Fuerza Popular tensa la relación con el gobierno.,Sería una ingenuidad confundir la estrategia de demolición de Fuerza Popular (FP) contra el gobierno, como la fiscalización estricta que corresponde a una leal oposición, cuando la evidencia desnuda la intención de Keiko Fujimori de vacar al presidente Pedro Pablo Kuczynski. Los indicios saltan por todos lados y cada día con más velocidad y crudeza. Desde la humillación al presidente con el sainete para embromar el permiso para su viaje a la ONU y al Vaticano; unirse a Sendero Luminoso contra el gobierno en la huelga de maestros; y hasta impedirle nombrar a diplomáticos de segunda línea como un agregado cultural. Pero lo más grotesco del accionar antidemocrático de FP en estos días es el rascado del concolón de la juridicidad que realiza su bancada –con la complicidad del Apra vinculado a Alan García, manejado por Mauricio Mulder– para usar toda la fuerza de los votos, y ninguna fibra de las ideas, para traerse abajo el fallo inminente del Tribunal Constitucional para derogar la ley llamada antitránsfuga, cuya única finalidad es el chantaje a quien piense distinto que la jefa. Oír cada día que pasa, las declaraciones de Héctor Becerril, Daniel Salaverry o Miguel Torres, constituye un desafío a la lógica elemental, para ceder al único argumento que les queda: el peso de los votos para, tras el fallo del TC, sacar una nueva ley que, como la anterior, decapite la autonomía mínima de un congresista. Pero la embestida final no es contra el Congreso, sino contra el presidente PPK, de quien Becerril ha realizado un comentario que parece la antesala de un proceso de vacancia: “Tenemos un presidente no solamente ausente físicamente sino, también, ausente mentalmente”. Si eso no es señal, junto con todo lo otro que está pasando, de hacia dónde va FP, está el hecho de que en ningún momento Keiko Fujimori ha tomado la menor distancia frente a las bravuconadas golpistas que derrochan Becerril & Cía. Todo apunta a que la pataleta sinfín de Keiko Fujimori por perder la elección en la puerta del horno, va a tener consecuencias fatales. En ese contexto, ha surgido una solicitud de vacancia presidencial de un ciudadano Juan Felipe Chanco dirigida al presidente del congreso. Mientras eso ocurre, el gobierno solo atina, a través del premier Fernando Zavala, a responder que “no hay características para una vacancia”, pero sigue al frente de una administración sin estrategia política que tiene, como criterio de sus decisiones, no hacer nada que pueda enfadar, ni un poquito, a Keiko Fujimori.