El escocés Mathew James Hicks (34) enfermó desde marzo del 2023 en Aberdeenshire. El primer síntoma que tuvo fue fiebre. Como acción inmediata, tomó paracetamol para contrarrestar la calentura. Su esposa, Rachael, se alarmó cuando lo vio aturdido y confundido.
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Pronto llamó a una ambulancia y Mathew fue llevado al hospital Aberdeen Royal Infirmary. Los primeros exámenes arrojaron un diagnóstico severo: sepsis (respuesta fulminante del organismo a una infección), estreptococo A (bacterias en garganta y piel) y neumonía en el pulmón derecho.
Como los órganos del hombre habían comenzado a fallar, los médicos tuvieron que inducirlo a un coma. Dos semanas después, al despertar, el suministro de sangre a los pies dejó de funcionar. Consecuencia: amputación de la zona.
Al despertar, Mathew declaró al Daily Record: "Realmente no entendí lo que estaba sucediendo cuando me dijeron que me amputaron porque no había visto mis pies".
Corte quirúrgico de las extremidades bajas del paciente. Foto: Daily Record
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El mismo medio de comunicación obtuvo la declaración de Rachael. "Nos sentamos en silencio e incredulidad. Nos sentimos muy aliviados cuando nos dijeron que Matthew se había recuperado, pero luego nos dieron más malas noticias sobre la amputación", manifestó.
La recuperación de Mathew tardó 12 semanas. A principios de junio, le fue concedida el alta hospitalaria.