El prestigioso medio estadounidense publicó un artículo, escrito por Erika Denise Edwards, profesora de la Universidad de Texas y experta en identidades raciales, que ha causado polémica en el país sudamericano, al enumerar una serie de mitos raciales.
“En 2014, los observadores bromearon sobre cómo incluso el equipo de fútbol de Alemania tenía al menos un jugador negro, mientras que Argentina parecía no tener ninguno durante la final de la Copa del Mundo de ese año”, se lee en la primera parte de la columna, que busca responder al enunciado y parte desde tres mitos insertados en la cultura popular:
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La especialista inicia planteando que el primer mito es que la población afrodescendiente fue la “carne de cañón” durante las guerras a largo del siglo XIX.
Sin embargo, Edwards dice que lo cierto es que “muchos simplemente desertaron y optaron por no regresar a su lugar de nacimiento, como ha argumentado el historiador George Reid Andrews”.
“Se dijo que, debido al número de muertes de hombres negros causado por las guerras del siglo XIX, las mujeres negras en Argentina no tuvieron más remedio que casarse con hombres europeos, lo que llevó a la desaparición de los negros”, por lo que se creó “una población físicamente más ligera y más blanca”, señala la especialista.
No obstante, la docente desmiente el hecho e insiste en que las mujeres no eran más que “víctimas de un régimen opresivo que dictaba todos los aspectos de sus vidas” y “tomaron esas decisiones para obtener los beneficios de la blancura”.
La tercera hipótesis responsabiliza a las enfermedades, especialmente la fiebre amarilla de 1871, como la razón de la falta de representación afrodescendiente en Argentina. Asimismo, indica que ”algunos argumentaron que muchos argentinos negros no pudieron salir de las áreas infectadas de Buenos Aires debido a su pobreza y sucumbieron”.
“Esto también fue desacreditado, ya que los datos muestran que los brotes no mataron a la población negra a tasas más altas que otras poblaciones”, admite. “Estos y otros mitos sobre la desaparición negra sirven para oscurecer varios de los legados históricos más perdurables de la nación”, dice la especialista.
La especialista concluye reflexionando sobre la creación de la imagen de “país blanco” de la nación, ya que “en realidad, la Argentina fue el hogar de muchos negros durante siglos, no solo la población de personas esclavizadas y sus descendientes, sino inmigrantes, (...) Lo que tuvo éxito, sin embargo, es el intento de construir su imagen como un país blanco”.
De igual manera, la docente enumeró las decisiones que contribuyeron a la idea de un país sin morenos, entre ellos, la promoción de la inmigración desde Europa, inclusive incorporadas en la primera constitución del país: “El gobierno federal fomentará la inmigración europea”.
El artículo concluye citando a Diego Armando Maradona, y advierte que “esta leyenda no blanca se convirtió en la cara del fútbol argentino e, irónicamente, en una nación blanca”.
“Comprender esta historia revela una Argentina que es mucho más diversa de lo que muchas personas suelen asociar. También menciona los esfuerzos concertados para borrar y minimizar la negritud en un intento de crear lo que muchos de los líderes de la nación percibieron como una nación moderna”, apunta Edwards.