No demandará al Estado colombiano , La ex rehén Ingrid Betancourt prácticamente desistió el domingo de continuar con un pleito judicial para hacer que el Estado colombiano le pague una cifra millonaria por los daños y perjuicios causados durante su secuestro de más de seis años. "Yo creo que lo importante es que no hay demanda ni nunca va a haber demanda", aseguró Betancourt, de 48 años, en una entrevista desde Nueva York presentada por la emisora local Caracol Radio y el canal Caracol Televisión. La ex candidata presidencial, secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en febrero del 2002 y liberada por el ejército en julio del 2008, dijo que se arrepentía de haber iniciado un proceso de conciliación contra el Estado en el que pretendía hacerse de unos siete millones de dólares como indemnización. El Ministerio de Defensa confirmó el viernes que Betancourt había presentado un pedido de "conciliación" para que se resolviera el millonario pago de mutuo acuerdo. En el mismo texto, el ministerio dijo estar "sorprendido" y "apesadumbrado" por la acción de Betancourt, y advirtió tener "la convicción de que no existe ningún elemento objetivo que permita deducir la responsabilidad del Estado en estos hechos" en que la ex candidata presidencial resultó secuestrada. "Quiero rectificar: nunca se pensó en atacar a los que me liberaron", afirmó el domingo la ex rehén, que tiene doble nacionalidad colombo-francesa. A la pregunta de qué iba a hacer si el Estado no aceptaba sus millonarias pretensiones, Betancourt respondió: "No, no lo vamos a hacer", es decir que no seguiría adelante con el caso porque, según ella, la cifra de la que se habla en la conciliación, si bien "es astronómica, es simbólica". Precisó que las únicas responsables de su secuestro fueron las insurgentes FARC y calificó de héroes a los militares que la liberaron junto a tres ciudadanos estadounidenses, así como a 11 militares y policías. "Para mí es doloroso que esa fue la impresión que tuvieron los colombianos (la de demandar al Estado)", comentó. "Lo único que quiero decirles es que amo a mi patria y a los colombianos". La acción fue presentada ante el Ministerio de Defensa el 30 de junio a nombre de Betancourt, sus hijos, Melanie y Lorenzo, su madre Yolanda Pulecio, y la hermana de Betancourt, Astrid, por "los perjuicios, que en opinión de ellos, les fueron causados con ocasión del secuestro", señaló el ministerio en su nota. Según Betancourt, el objetivo de haber iniciado el proceso de conciliación tenía como objetivo que el país y el mundo la escucharan para que se enteraran de los pormenores y las razones de su secuestro porque, según dijo, "yo no fui irresponsable". Dijo que el incidente de conciliación se inició luego de que algunas personas que estuvieron secuestradas junto a ella la contactaron para decirle que los términos para iniciar un pleito judicial estaban a punto de vencerse y, —le dijeron— "nos parece importante que lo hagas porque le da un relieve (al tema)". Pero "no hay ninguna demanda contra el Estado colombiano, no hay ningún ataque contra el gobierno que me liberó, ni contra el presidente (Alvaro Uribe) al que le debo todo el agradecimiento..., ni contra las Fuerzas Militares que me sacaron de las garras de las FARC". Insistió en que el día que la secuestraron, el 23 de febrero del 2002, hubo fallas en el servicio por parte de funcionarios del Estado. Se quejó, por ejemplo, de que previo a su secuestro su cuerpo de escoltas le fue retirado arbitrariamente. Relató que un general del ejército, Arcesio Barrero, la autorizó a continuar con su viaje hacia el municipio de San Vicente del Caguán —departamento de Caquetá, a 280 kilómetros al sur de Bogotá_, que hasta días antes había sido el escenario de unos fallidos díalogos de paz entre las FARC y el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002).