Crisis. En esta primera semana de junio, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) advirtió la escasez de 14 tipos de medicinas para tratar el cáncer. La directora de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, doctora Julio Gralow, informó que 100.000 pacientes han sido afectados por el recorte. El motivo: una planta en la India donde se fabricaban materiales de cisplatino para la nación de Joe Biden fue cerrada por motivos de calidad.
La inmediata consecuencia fue la extensión de sesiones de quimioterapia, fechadas para terminar con antelación. Los calendarios tuvieron que modificarse. Algunos pacientes decidieron trasladarse hacia otros centros oncológicos, como fue el caso de la norcarolina Toni Dezomits (55). En su tercera sesión de mayo, los médicos le dijeron que el medicamento carboplatino estaba exiguo.
Consultada por la británica BBC, admitió sentirse preocupada porque el carboplatino que había recibido con anterioridad respondió bien en su organismo. Justamente, los medicamentos antes referidos son aplicados para cánceres de cabeza y cuello, ginecológicos y gastrointestinales.
Además del cierre de la planta, dos serían los motivos explicativos de la poquedad: el bajo costo de las drogas genéricas de primera línea y el aumento de enfermos por cáncer. Para la directora ejecutiva de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, doctora Karen Knudsen, "las compañías farmacéuticas no tienen incentivos para fabricar porque no generan grandes ganancias".
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Funcionarios del FDA comenzaron a dialogar con un fabricante chino desde esta primera semana de junio para importar uno de los medicamentos de quimioterapia. La citada doctora Knudsen comentó que si bien esta medida ayudará a resolver las actuales limitaciones en los vinientes meses, "habrá poco para abordar un problema más cíclico de escasez". Se trata de la mayor carencia de drogas para el cáncer desde hace tres décadas.