
El Gobierno de Estados Unidos anunció el llamado a consultas de su representante diplomático de mayor rango en Bogotá, John T. McNamara. La decisión se produjo después de la denuncia sobre el excanciller colombiano Álvaro Leyva, quien supuestamente habría buscado apoyo en sectores republicanos de Washington con el fin de impulsar la destitución del presidente Gustavo Petro.
La vocera del Departamento de Estado de EE.UU, Tammy Bruce, informó que McNamara fue llamado por el secretario de Estado, Marco Rubio, a raíz de declaraciones “infundadas” provenientes de altos niveles del Gobierno de Colombia. Aunque no se precisaron los dichos exactos, fuentes diplomáticas asocian el gesto con las denuncias penales interpuestas por Petro contra Leyva, acusado de conspiración y traición a la patria por presuntamente buscar la intervención extranjera en asuntos internos del país.
Tammy Bruce subrayó que, además de llamar a consultas a John T. McNamara, Estados Unidos aplicará "otras medidas" para manifestar su “profunda preocupación” frente al deterioro de la relación diplomática con Colombia. El Departamento de Estado indicó que, si bien existen marcadas “diferencias políticas” con el Gobierno de Gustavo Petro, la nación sudamericana continúa siendo un “socio estratégico esencial”.
En el comunicado oficial, Washington reafirmó su compromiso con áreas clave como la seguridad y la estabilidad regionales, así como con iniciativas conjuntas que mejoren las condiciones de vida tanto de los estadounidenses como de los colombianos. La tensión diplomática, sin embargo, se incrementó desde inicios de año, cuando el Petro negó el ingreso de aviones militares estadounidenses que transportaban a cientos de inmigrantes deportados desde territorio norteamericano.
La negativa de Gustavo Petro en enero pasado generó una respuesta inmediata por parte del presidente Donald Trump, quien ordenó imponer aranceles de hasta un 50% a productos colombianos. Ante esta medida, el Gobierno de Colombia reaccionó con sanciones similares, en un cruce comercial que intensificó la crisis bilateral. El conflicto fue temporalmente contenido tras un acuerdo entre la Casa Blanca y la diplomacia colombiana sobre el tratamiento de los inmigrantes irregulares deportados.
En medio del ambiente tenso, Petro sostuvo una reunión con McNamara a principios de febrero. Según la Presidencia de Colombia, el encuentro abordó temas migratorios, cooperación internacional y el fortalecimiento del intercambio comercial.
El anuncio del retiro de McNamara ocurre luego de que el presidente Gustavo Petro confirmara la presentación de una denuncia penal contra el excanciller Álvaro Leyva. La acusación incluye cargos por conspiración y traición a la patria, en particular por supuestos intentos de Leyva de buscar respaldo en círculos republicanos en Washington para lograr la salida anticipada de Petro del poder.
Entre los hechos que el presidente colombiano relaciona con esta presunta conspiración figuran la investigación por presuntas irregularidades en su campaña presidencial, el proceso judicial contra su hijo Nicolás Petro Burgos por enriquecimiento ilícito y episodios violentos vinculados al conflicto interno, como ataques a guerrilleros y el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en 2022.

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