Dirigentes maoríes pidieron el apoyo del rey británico Carlos III en su lucha contra el gobierno conservador de Nueva Zelanda, al que acusan de debilitar los derechos indígenas.
Representantes de unas 80 tribus maorí firmaron una carta conjunta en la que apelan al "sentido de justicia" del monarca.
Decenas de miles de personas marcharon en noviembre en la capital neozelandesa contra un plan conservador por redefinir el tratado fundacional del país.
"Su nuevo gobierno de coalición electo el 14 de octubre de 2023 prometió atacar (el tratado) y los derechos de nuestro whanau" (familia en maorí), dice la carta.
Carlos III es el jefe de Estado de Nueva Zelanda pero la constitución le prohíbe inmiscuirse en la política interna.
La carta fue enviada en noviembre aunque se dio a conocer la noche del miércoles.
Un partido minoritario de la coalición gobernante de Nueva Zelanda presentó un proyecto de ley para redefinir el Tratado de Waitangi de 1840.
Aunque la iniciativa tiene pocas opciones de ser aprobada, su presentación generó una de las mayores protestas en el país.
Sus críticos la ven como un intento de privar a los 900.000 maoríes de sus derechos, mientras sus defensores consideran que creará un país más equitativo al remover políticas de acción afirmativa.
Los maorí tienen mayores posibilidades que otros neozelandeses de morir jóvenes, vivir en la pobreza o ser encarcelados.
El Tratado de Waitangi, considerado el documento fundacional del país, fue firmado para traer la paz entre los 540 jefes maoríes y las fuerzas colonizadoras británicas.
Sus principios buscan establecer una alianza entre los neozelandeses indígenas y no indígenas, y proteger los intereses de la comunidad maorí.