Un controvertido mapa de 1763 sugiere que los chinos llegaron a América 70 años antes que Cristóbal Colón. Esta hipótesis, impulsada por el almirante Zheng He, ha generado un intenso debate entre historiadores y expertos en cartografía. La teoría, presentada por Liu Gang, un abogado y coleccionista chino, desafía la narrativa histórica convencional al proponer que una flota china alcanzó las costas americanas antes que el explorador genovés.
A pesar de la autenticidad del mapa, su validez sigue siendo objeto de discusión en el ámbito académico. Las exploraciones chinas, documentadas en el mapa, describen a los habitantes de la costa occidental de América y sugieren un posible contacto previo entre los pueblos indígenas y los chinos. Sin embargo, la falta de pruebas concluyentes ha llevado a muchos a cuestionar esta teoría.
Uno de los clásicos barcos que China empleó en el siglo XV. Foto: ABC.
Los críticos de la teoría subrayan que no existen evidencias arqueológicas claras ni documentos históricos oficiales que confirmen estas afirmaciones. También argumentan que la interpretación del mapa y sus detalles es ambigua y que podría tratarse de una representación más simbólica que literal.
El mapa de 1763, que se dice es una copia de un original de 1418, registra las expediciones del almirante Zheng He, quien lideró una serie de viajes entre 1405 y 1433. Este documento describe a los habitantes de la costa occidental de América con características físicas específicas, lo que sugiere un posible contacto entre ambas culturas. Sin embargo, la comunidad académica ha criticado la falta de evidencia sólida que respalde estas afirmaciones.
En 2001, un mapa adquirido en Shanghái fue analizado para determinar su antigüedad. Las marcas de insectos y la pérdida de pigmentación en el papel de bambú indican que el documento tiene más de un siglo. Gavin Menzies, conocido por promover la teoría de que los chinos descubrieron América, ha sido una figura clave en la difusión de esta idea, aunque su trabajo ha sido severamente criticado por la comunidad académica.
En el mapa que poseía China en el siglo XV aparecen América y Oceanía, 70 años antes de la llegada de Colón. Foto: Wikipedia.
A pesar de la fascinación que genera la idea de que los chinos descubrieron América, la teoría ha sido objeto de numerosas críticas. Historiadores como Robert Finlay y José Manuel Malhão Pereira argumentan que Menzies manipula y tergiversa las evidencias históricas para sustentar su tesis.
Además, algunos expertos sostienen que, aunque China poseía la tecnología y los medios para explorar el mundo, no tenía la motivación económica ni comercial para aventurarse en largas expediciones transoceánicas.
La teoría de que los vikingos llegaron a América antes que Colón ha ganado fuerza gracias a investigaciones arqueológicas y documentales. Uno de los sitios más emblemáticos que respalda esta hipótesis es L’Anse aux Meadows, en Terranova, Canadá, donde se han encontrado restos de asentamientos nórdicos que datan del siglo XI.
Este descubrimiento, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sugiere que los vikingos establecieron presencia en América del Norte casi 500 años antes del viaje de Colón. Aunque estas evidencias son convincentes, algunos historiadores argumentan que la escala y el impacto de los viajes vikingos fueron limitados en comparación con las expediciones europeas posteriores.
La teoría explica que los vikingos podrían haberse asentado en América hace 1.000 años. Foto: Nat Geo.
Sin embargo, el estudio de los vikingos en América abre nuevas perspectivas sobre la historia del contacto entre continentes y plantea interrogantes sobre cuánto queda por descubrir sobre los exploradores del pasado.
La discusión sobre quién descubrió América continúa siendo un tema de debate. La teoría de que los chinos llegaron antes que Colón, aunque intrigante, enfrenta serias críticas y falta de evidencia concluyente. A medida que se realizan más investigaciones, es probable que surjan nuevas teorías que sigan desafiando nuestra comprensión de la historia.
A pesar de la falta de pruebas concluyentes, el mapa de 1763 ha reavivado el interés en las conexiones tempranas entre las civilizaciones del mundo y en la posibilidad de que otras culturas hayan llegado a América antes de Colón. Este debate ha llevado a un examen más profundo de la historia marítima y los contactos interculturales de épocas pasadas, consolidando el tema como un enigma fascinante para los investigadores.