La madrugada del sábado, aproximadamente 25 soldados israelíes desembarcaron en la costa norte del Líbano, ejecutando una acción que ha generado un gran revuelo en la región. La captura de Amhaz se enmarca en un contexto de tensiones crecientes entre Israel y Hezbollah, un grupo considerado terrorista por el Estado hebreo.
Las autoridades israelíes han señalado a Amhaz como una figura clave en las operaciones navales de Hezbollah, lo que justifica su intervención. Sin embargo, el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, ha desmentido estas acusaciones y afirma que Amhaz es un capitán civil y no un miembro activo del grupo terrorista.
La operación se llevó a cabo en un momento de alta tensión en la frontera entre Israel y Líbano. La Armada israelí, conocida por su capacidad de realizar operaciones encubiertas, utilizó tácticas de sorpresa para llevar a cabo la captura. Este tipo de acciones son poco comunes y reflejan la creciente preocupación de Israel por las actividades de Hezbollah en la región.
La respuesta del gobierno libanés ha sido inmediata. Najib Mikati condenó la operación, calificándola de violación de la soberanía libanesa. Además, enfatizó que la captura de Amhaz no tiene fundamento, ya que, según él, se trata de un civil y no de un miembro de Hezbollah. Esta declaración ha generado un debate interno en Líbano sobre la naturaleza de la amenaza que representa Hezbollah y la respuesta adecuada ante las acciones israelíes.
La captura de Imad Amhaz podría tener repercusiones significativas en la dinámica de poder en la región. Hezbollah, que ha mantenido una postura firme contra Israel, podría intensificar sus operaciones en respuesta a esta acción. Por otro lado, Israel podría ver esta operación como un éxito estratégico, reforzando su postura de defensa ante lo que considera amenazas inminentes.
En un contexto donde las tensiones entre Israel y Hezbollah son palpables, la operación de la Armada israelí no solo resalta la fragilidad de la paz en la región, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países y la estabilidad en Líbano.