El gobierno de España ha anunciado el despliegue de 10,000 efectivos adicionales entre soldados y policías para intensificar la búsqueda de personas desaparecidas y la distribución de ayuda humanitaria en las áreas afectadas por recientes inundaciones en Valencia por la DANA, consideradas el peor desastre natural del país en tiempos recientes.
El balance de fallecidos se sitúa en 211 personas, según comunicó el presidente Pedro Sánchez desde el Palacio de la Moncloa, quien también anticipó que esta cifra podría aumentar debido al número de desaparecidos y cuerpos atrapados entre montones de automóviles arrastrados por las aguas.
"Hoy mismo llegarán a la provincia de Valencia 4.000 efectivos adicionales de las unidades militares y a primera hora de mañana llegarán los 1.000 efectivos militares restantes", que se unirán a los 2.500 soldados ya en la zona, anunció el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Además, se duplicará la cantidad de policías y guardias civiles en la zona con la incorporación de 5,000 agentes adicionales, quienes también trabajarán para evitar saqueos, problema que ha provocado la detención de 82 personas hasta el momento.
El presidente español Pedro Sánchez calificó las recientes inundaciones como el "mayor desastre natural en la historia reciente" del país y la "segunda inundación más mortal en Europa en lo que va de siglo".
Según el mandatario, el número de fallecidos proviene principalmente en la región de Valencia, al este de España. Muchos cuerpos permanecen atrapados entre grandes pilas de vehículos que se acumulan en carreteras y estacionamientos, lo que complica las labores de búsqueda y rescate.
Las precipitaciones por la DANA vertieron en pocas horas un volumen de agua equivalente al promedio anual, provocando inundaciones que arrasaron puentes, viviendas y vehículos, obstaculizando las labores de rescate y la movilidad de los equipos de emergencia en Valencia y otras áreas del este del país.
Sánchez reconoció que la respuesta gubernamental ha sido insuficiente hasta el momento y admitió graves deficiencias y problemas de servicios aún colapsados en municipios sepultados por el lodo. No obstante, el mandatario alentó a los españoles a afrontar la situación como otro capítulo en la historia de superación y resistencia del país.
En localidades como Alfafar y Sedaví, en la periferia de Valencia, los habitantes seguían este sábado 2 de noviembre retirando barro de sus viviendas sin la asistencia del ejército, según constató una reportera de AFP. Mario Silvestre, un residente de 86 años de la población de Chiva, expresaba su resignación al ver que, a pesar de las promesas políticas, la ayuda militar aún no había llegado a su comunidad, devastada por las inundaciones.
El presidente aseguró que el gobierno está preparado para enviar más recursos a las autoridades valencianas según se necesiten y anunció que España ha comenzado el proceso para solicitar apoyo del fondo europeo de solidaridad. Además, destacó avances importantes en la recuperación de servicios: el 94% del suministro eléctrico ha sido restablecido, al igual que la mitad de las líneas telefónicas en las áreas afectadas, mientras que más de 2,000 vehículos y cientos de toneladas de lodo y escombros han sido retirados, permitiendo la reapertura de calles y carreteras.