Gobernantes del sudeste asiático se reunieron el miércoles con un enviado de la junta militar de Birmania para intentar activar los esfuerzos diplomáticos por poner fin a la guerra civil en ese país.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que el miércoles abrió una cumbre de tres días en Laos, abordará también la situación en el disputado mar de China Meridional, escenario de violentos choques entre buques chinos y pescadores de Filipinas y Vietnam.
La ASEAN ha intentado durante tres años encontrar una solución negociada a la crisis de Birmania, que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.
El bloque de 10 países excluyó a los jerarcas de la junta birmana de sus cumbres tras el golpe de Estado de febrero de 2021, y los militares rechazaron las invitaciones para enviar a representantes no políticos.
Pero la junta accedió a enviar a un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores a la cumbre del bloque por primera vez en tres años y medio.
El cambio de postura se da dos semanas después de que los militares invitaran a sus enemigos a un diálogo para poner fin al conflicto, tras una serie de derrotas en el campo de batalla.
El canciller de Malasia, Mohamad Hasan, cuyo país asumirá la presidencia rotativa de la ASEAN después de la cumbre, dijo que ya es hora de que Birmania coopere para activar el plan de consenso de cinco puntos para alcanzar la paz en el país.
La presencia en la cumbre de Aung Kyaw Moe, alto cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores birmano, generó expectativas de un avance.
Pero Daniel Kritenbrink, principal diplomático estadounidense para Asia Oriental, expresó dudas de que la junta estuviera moderando su postura.
Afirmó que el secretario de Estado, Antony Blinken, quien participa en la cumbre, presionará a la junta birmana a tomar pasos para reducir la violencia, liberar a los presos políticos y negociar con la oposición.