El incendio que se declaró en una escuela primaria en Kenia dejó al menos 18 muertos, según un nuevo balance del gobierno difundido el sábado, que también indica que hay decenas de alumnos desaparecidos, lo que crea angustia entre los familiares.
El incendio se declaró en la Academia Hillside Endarasha del condado de Nyeri el jueves hacia medianoche y se propagó a un dormitorio donde había más de 150 niños.
La escuela primaria, que acoge a unos 800 alumnos de entre nueve y 13 años, se sitúa a unos 170 km al norte de Nairobi, la capital del país africano.
El portavoz del gobierno, Isaac Mwaura, indicó el sábado que el balance había subido a 18 muertos. El anterior, difundido el viernes, daba parte de 17 niños fallecidos.
"Es muy triste para la nación perder a tantos jóvenes kenianos prometedores. Nos duele el corazón", declaró Mwaura. "Es un desastre inimaginable", añadió.
El vicepresidente Rigathi Gachagua indicó el viernes que aún había 70 niños desaparecidos. El portavoz del gobierno precisó que unos 20 fueron hallados, pero no dio más detalles.
El presidente William Ruto declaró tres días de luto a partir del lunes y subrayó que los responsables "tendrán que rendir cuentas".
"Prometo que las preguntas difíciles que se plantearon, como por ejemplo cómo se produjo esta tragedia y por qué la respuesta no fue rápida, se responderán de forma completa, franca y sin miedo ni favoritismos", añadió en un comunicado.
El vicepresidente afirmó que sería necesaria una minuciosa investigación de ADN para ayudar a identificar a las víctimas.
"Los cuerpos hallados en el lugar están calcinados hasta tal punto que son irreconocibles", declaró el viernes la portavoz de la policía, Resila Onyango.
"Queremos comenzar hoy el proceso de exámenes de ADN", declaró a AFP el jefe de investigaciones sobre homicidios, Martin Nyuguto.
La tensión era palpable entre los familiares congregados frente a la escuela, a la espera de novedades de sus hijos.
Varios de ellos se derrumbaron en llantos cuando la policía les enseñó los cuerpos de los alumnos en la sala incendiada.
"Por favor encuentren a mi hijo. No es posible que esté muerto. ¡Quiero a mi hijo!", gritó una mujer alejándose del lugar.
"Estamos en pánico", dijo el viernes Timothy Kinuthia, desesperado por encontrar a su hijo de 13 años. "Estamos aquí desde las 05H00 de la mañana y no nos han informado de nada", lamentó.
El armazón del dormitorio fue arrasado por las llamas, y su tejado de chapa ondulada se derrumbó por completo, constató AFP.
El edificio fue precintado con cinta amarilla por la policía, que acordonó todos los accesos.
La comisión nacional de género e igualdad de Kenia declaró que los informes iniciales indicaban que la residencia estaba "saturada, lo que vulnera las normas de seguridad".
El papa Francisco expresó este sábado en un comunicado su "cercanía espiritual" con las familias de los niños.
Tanto Kenia como otros países de África oriental han sufrido numerosos incendios escolares en los últimos años.
En 2016, por ejemplo, nueve estudiantes murieron en una tragedia en un instituto femenino del barrio de Kibera, en Nairobi.
En 2001, 67 alumnos perdieron la vida en un incendio criminal de su dormitorio en una escuela secundaria del distrito de Machakos, en el sur de Kenia.