Preocupa el panorama de América Latina en el tema de la inseguridad alimentaria, poco o nulo acceso regular a suficientes alimentos nutritivos para el crecimiento y desarrollo adecuado de la población. Ahora, un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de un análisis llevado a cabo entre 2021 y 2023, comprueba la crítica situación de la región, donde el 29%; es decir, 126 millones de personas, no tienen una alimentación decente. Frente a ese oscuro panorama, es más desolador que un país de Sudamérica cuente con la mitad de su población (17 millones) en tal condición.
Perú registra la inseguridad alimentaria moderada más alta en Sudamérica, con un 51,7% de su población afrontando incertidumbres sobre su capacidad para obtener alimentos y, muchos de ellos, se han visto obligados a reducir en ocasiones la cantidad de comida que consumen debido a la falta de dinero u otros recursos.
El porcentaje es resaltante porque se encuentra muy por encima del promedio de la región, 29,2%, que lo posiciona como el país más crítico en términos de alimentación en la zona geográfica en la que se encuentra y el quinto en América Latina.
Si bien el problema está presente en familias que viven en áreas urbanas y rurales, es en estas últimas donde se concentra la mayor cantidad de personas en situación de vulnerabilidad, debido a factores como la pobreza o la dependencia de la agricultura de subsistencia.
Perú es el país con la inseguridad alimentaria moderada más alta en Sudamérica, con un 51,7% de su población afrontando este problema. Foto: Evidencia, actualización en la práctica ambulatoria.
Desde la pandemia de Covid-19 hasta el cambio climático, existen diversos factores que motivaron el aumento de la inseguridad alimentaria. Los principales son los siguientes:
Luego del Perú, figura Ecuador con un 36,9%, aun 10 puntos por debajo del país. Argentina registra un 36.1% y la lista del estudio de la FAO, que no incluyó datos de Bolivia y Venezuela, continua de la siguiente manera:
La inseguridad alimentaria es un problema preocupado y abordado por la FAO debido a sus terribles consecuencias. La malnutrición, que continúa siendo un problema en el Perú, con menores de cinco años con alta desnutrición y mujeres con anemia, es una de las razones. La otra cara de la mala alimentación es el aumento de la obesidad.
Todos los cambios externos y propios del país han aumentado progresivamente el costo diario per cápita de una dieta saludable, pasando de $3.28 en 2017 a $4 en 2022.