Las represas hidroeléctricas son colosales estructuras construidas para aprovechar la energía cinética del agua en movimiento y transformarla en electricidad. Al embalsar grandes volúmenes de agua, se crea un desnivel que al liberar el agua a través de turbinas genera energía eléctrica limpia y renovable. En Sudamérica se encuentra la segunda más grande del mundo y dos países la comparten, es superada solo por la presa de China.
China posee la represa hidroeléctrica más grande del mundo en términos de capacidad instalada, esta es la presa de las Tres Gargantas, ubicada en el río Yangtsé. Esta monumental obra de ingeniería no solo genera una cantidad inmensa de electricidad, sino que también sirve para controlar inundaciones, mejorar la navegación y desarrollar el turismo en la región.
La central hidroeléctrica de Itaipú, ubicada en la frontera entre Paraguay y Brasil, se destaca como la segunda más grande del mundo, además de ser la que más energía produce en todo el mundo. Esta instalación fue concebida para resolver una disputa territorial tras la Guerra de la Triple Alianza, con la mediación de Estados Unidos, lo que llevó a la firma del Acta de Iguazú.
Este acuerdo creó una comisión mixta para estudiar el aprovechamiento del río Paraná y culminó en la construcción de Itaipú mediante el Tratado de Itaipú. Las obras comenzaron en enero de 1975 bajo la administración de la Entidad Binacional Itaipú, creada un año antes.
La represa Itaipú, de 7.919 metros de longitud, cuenta con 20 unidades generadoras que operan en frecuencias diferentes: 10 para Paraguay (50 Hz) y 10 para Brasil (60 Hz), con una tensión nominal de 18 kilovoltios. La capacidad de generación anual es de 90 millones de megavatios-hora (MWh), cifra que puede incrementarse en condiciones favorables del río Paraná y tras mejoras realizadas en 2007.
La represa es una monumental obra de ingeniería que utiliza hormigón, piedra y tierra en su construcción. Este proyecto no solo ha sido crucial para el suministro eléctrico de estos dos países, sino que también ha servido como un símbolo de cooperación y desarrollo regional. La capacidad de Itaipú para adaptarse y aumentar su producción subraya su importancia en el panorama energético sudamericano.
Se construyó luego de firmar un tratado de paz entre Brasil y Paraguay. Foto: AEN
Además de su impacto energético, Itaipú tiene relevancia tanto histórica como geopolítica, lo cual evidencia cómo la infraestructura puede ser un medio para la paz y la cooperación entre naciones. La historia de su construcción y los acuerdos bilaterales reflejan una solución pacífica a disputas territoriales y la búsqueda de beneficios compartidos en el ámbito energético.
La represa de Itaipú sigue siendo un pilar del desarrollo en Sudamérica por su capacidad de generación eléctrica y su simbolismo en la integración regional, así como por la resolución pacífica de conflictos.
Itaipú es también considerada la represa hidroeléctrica que más produce energía en todo el mundo. Foto: Shutterstock
La estructura de la represa y su administración binacional ejemplifican cómo la ingeniería puede trascender las barreras políticas y territoriales, por lo que se convierte en una herramienta de progreso y cooperación internacional.
Este coloso de la ingeniería, a través de sus dimensiones y capacidad, no solo destaca en el ámbito energético, sino que también representa un hito en la historia de las relaciones internacionales en Sudamérica. Es un testimonio de cómo la infraestructura puede ser un puente para el desarrollo y la paz.