Esta misteriosa cueva se encuentra en medio de la naturaleza, cerca de las mejores aguas termo minerales del país de Costa Rica, en Sudamérica. Pequeños animales como roedores, gusanos, pájaros y serpientes encuentran la muerte de manera casi instantánea tan pronto como penetran en la cueva, algo similar que le aguardaría a cualquier ser humano que intentara lo mismo.
Debido a esto, la cueva ha sido cercada y es conocida como la 'cueva de la muerte' o 'cave of death' en inglés. Además, en la entrada de la cueva, se puede leer un letrero, acompañado de una imagen de un cráneo y huesos, que dice: “¡Peligro! Prohibido el paso más allá de este punto”.
La 'cueva de la muerte' un fenómeno geológico intrigante, puesto desde sus profundidades se libera un gas letal: el dióxido de carbono (CO₂). Este gas, cuya densidad es 1,5 veces mayor que la del aire, en altas concentraciones se vuelve tóxico y causan que el oxígeno disponible se reduzca. La presencia alta del CO₂ crea un entorno completamente hostil para la vida, y no solo para los humanos, sino para cualquier forma de vida, ya que puede causar la muerte de cualquier ser vivo que penetre en ella, el que fallece casi de inmediato por envenenamiento o asfixia. Justamente, esta característica le ha atribuido la denominación de ‘cueva de la muerte’.
Cada hora, la cueva libera a la atmósfera 30 kilogramos de dióxido de carbono, lo que equivale a las emisiones de CO₂ de un automóvil mediano al conducir 256 kilómetros. Esto significa que, en un año, la cueva emite aproximadamente 263 toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a 2,2 millones de kilómetros recorridos por un automóvil, o 56 vueltas alrededor del mundo. Así explica Guy van Rentergem, ingeniero belga explorador de cavernas.
Las altas concentraciones de CO₂ causan que el oxígeno disponible se reduzca y por eso una artocha se puede apagar instantaneamente. Foto: web Recreo Verde
Este misterio de la naturaleza, está ubicada en medio de la selva costarricense, cerca del Volcán Poás y el río Toro Amarillo, en el distrito de Venecia, Costa Rica. Afortunadamente, los humanos suelen estar a salvo, ya que la entrada es demasiado pequeña para que la mayoría pueda acceder, y las señales de advertencia en el lugar son suficientes para disuadir a los curiosos. Precisamente, con solo dos metros de profundidad y tres metros de longitud, la 'cueva de la muerte' es pequeña y el gas que se encuentra en su superficie es de origen es orgánico, proveniente de depósitos minerales subterráneos sometidos a altas temperaturas y presiones en el magma de la Tierra, en un entorno sin oxígeno
Este misterio de la naturaleza, está ubicada en medio de la selva costarricense, cerca del Volcán Poás y el río Toro Amarillo, en el distrito de Venecia, Costa Rica. Foto: A24.com
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Debido a su particularidad, la ‘cueva de la muerte’ se ha convertido en un destino turístico en Costa Rica. Excursiones parten desde hoteles y posadas en la región de San Carlos, en el centro oeste del país. Los guías que llevan a los visitantes portan antorchas para hacer una demostración de la falta de oxígeno en la cueva.
Este fenómeno natural fascinante es un recordatorio de la fragilidad de la vida en entornos extremos. Si alguna vez visitas Costa Rica, esta cueva podría ser un lugar intrigante para explorar, pero siempre con precaución y respeto por su peligro inherente.