El ejército de Israel indicó que el grave incendio en un campamento de refugiados palestinos en Rafah se dio a causa de una explosión de municiones pertenecientes a Hamás en medio de un trágico accidente y no por un ataque suyo. "Esto ha sido un incidente devastador que no esperábamos que pasase. Nuestro Ejército lanzó 17 kilos de explosivos. Nuestra munición por sí sola no pudo causar ese incendio devastador", indicó el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.
De acuerdo a la información revelada por funcionarios de salud palestino, al menos 45 personas fueron reportadas como muertas a causa de este siniestro, que también afectó a materiales esenciales para las personas que se encontraban dentro del campamento. Cabe indicar que este hecho generó indignación incluso en los aliados de Israel, quien, mediante Benjamin Netanyahu, lo catalogó como un "trágico percance".
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El incidente en Rafah, según los informes, ocurrió cuando las fuerzas israelíes llevaban a cabo una serie de ataques aéreos en la zona. Durante estos ataques, se produjo una gran explosión en un campo de desplazados. Israel atribuye esta explosión a la detonación de un depósito de municiones de Hamás, que, según informan, estaba ubicado bajo un edificio residencial en el campo de desplazados.
Al menos 45 personas fueron reportadas como muertas a causa de este siniestro. Foto: AFP.
La explosión causó un incendio masivo que se extendió rápidamente, consumiendo varias estructuras y resultando en la trágica muerte de 45 personas, además de dejar a muchas otras heridas. Las autoridades israelíes sostienen que la ubicación de las municiones en un área densamente poblada aumentó significativamente el riesgo y el número de víctimas civiles, debido a la dificultad de evacuar y controlar el incendio en medio del caos.
Ante esto, varios líderes mundiales han llamado a una investigación completa y transparente para esclarecer los detalles del incidente y asegurar la rendición de cuentas. Organizaciones de derechos humanos expresaron su alarma sobre el uso de civiles como escudos humanos y la ubicación de arsenales en zonas residenciales.
La explosión causó un incendio masivo que se extendió rápidamente, consumiendo varias estructuras. Foto: AFP.
El devastador incidente en Rafah dejó un saldo trágico de 45 personas fallecidas y aproximadamente 240 heridas, de acuerdo al Ministerio de Salud. La explosión y el incendio resultante no solo causaron una pérdida significativa de vidas, sino que también dejaron a muchas más personas enfrentando graves lesiones y traumas.
Las consecuencias para los civiles son a menudo desproporcionadas, resultando en víctimas y sufrimiento que extienden el impacto del conflicto mucho más allá de los combatientes directos. Las imágenes y testimonios emergentes de Rafah tras el incidente no solo muestran la escala de la tragedia, sino que también recuerdan la urgente necesidad de estrategias y medidas que protejan a las poblaciones civiles.
Además, la situación en Rafah fue agravada por la dificultad de proveer asistencia humanitaria adecuada en medio del conflicto. Según informes de The New Humanitarian, incluso las zonas designadas como seguras, como Khan Younis, fueron bombardeadas, lo que complica aún más los esfuerzos para brindar alivio y seguridad a los desplazados.