Antes de la llegada de los conquistadores españoles a América, los incas cultivaban una variedad de alimentos que aseguraron su subsistencia, pero también enriquecieron su cultura y su legado agrícola. Entre estos cultivos, destaca la nominada "fruta de los incas" que ha trascendido fronteras y llegó a ser apreciada en Estados Unidos, el país más rico del mundo en la actualidad, de acuerdo a su PIB.
Desde las heladas alturas de los picos andinos hasta las cálidas llanuras costeras, los peruanos, junto con otras culturas andinas, perfeccionaron técnicas agrícolas que permitieron el cultivo de una amplia gama de productos. Esta capacidad de adaptación y la riqueza de sus productos agrícolas han llevado a Sudamérica a ser un referente en la exportación de frutas exóticas en el mundo.
Los incas cultivaban distintas frutas y vegetales antes de la llegada de los españoles. Foto: Bioguia
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El pepino dulce, conocido científicamente como Solanum muricatum, es un fruto originario de los Andes y parte integral de la dieta de los incas. Su apariencia es inconfundible: de color dorado con vetas púrpuras o moradas cuando madura. Este fruto es valorado por su sabor dulce y refrescante, pero también por sus múltiples propiedades medicinales.
En la región norteña de Perú, su consumo se realizaba con precaución debido a ciertas creencias populares que advertían sobre los efectos de combinarlo con aguardiente de caña. A pesar de estas advertencias, el pepino dulce se ha integrado en diversas preparaciones culinarias y es especialmente apreciado en ensaladas.
El pepino dulce ha encontrado un mercado receptivo en Estados Unidos, gracias a sus cualidades nutricionales y su versatilidad. La exportación de este fruto desde Sudamérica ha crecido significativamente, con la nación norteamericana como uno de los principales destinos.
La historia de su exportación se remonta al siglo XVIII, cuando expediciones botánicas llevaron el pepino dulce a Europa. Su adaptación en diversos climas, como California, facilitó su integración en la agricultura estadounidense. Hoy en día, Estados Unidos consume el pepino dulce importado, pero también ha desarrollado cultivos locales para aprovechar sus beneficios y creciente popularidad.
El pepino dulce era parte de la medicina de los incas. Foto: Univisión
Sudamérica es el principal productor de pepino dulce, con países como Perú, Chile y Ecuador a la vanguardia. Estos países han capitalizado las condiciones climáticas favorables y la tradición agrícola para cultivar este fruto de manera eficiente.
Nueva Zelanda también ha emergido como un productor significativo tras aprovechar sus avances en el mejoramiento genético para aumentar la calidad y rendimiento de sus cultivos. Esta expansión global refleja la demanda creciente de pepino dulce en mercados internacionales, incluido Estados Unidos.
Para los incas, el pepino dulce era más que un alimento; era parte de su medicina tradicional. Consumían este fruto fresco por su capacidad para refrescar y nutrir el cuerpo en el riguroso clima andino. Además, las crónicas históricas narran anécdotas, como la del inca Huayna Capac, quien elogió la dulzura del pepino ofrecido por un anciano en el valle Chayanta.
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Sí, los españoles fueron responsables de introducir el pepino dulce en Europa durante sus expediciones botánicas en el siglo XVIII. La expedición de Ruiz y Pavón fue clave para su difusión, ya que logró que las adaptaciones sean exitosas en España y otros países europeos como Francia, Italia y Rusia. El fruto también llegó a los jardines botánicos de Inglaterra, y se consolidó como una curiosidad y delicia en tierras europeas.
El pepino dulce es apreciado por sus propiedades antioxidantes, que previenen la oxidación celular y benefician el sistema cardiovascular. Rico en vitaminas A, B, C y K, así como en minerales esenciales como hierro, zinc, y calcio, este fruto se destaca como un superalimento.
Además, sus compuestos fenólicos y flavonoides tienen efectos positivos en la salud metabólica y cardíaca. El pepino dulce también actúa como diurético natural y ayuda a regular los niveles de glucosa, lo que es ideal para dietas saludables y tratamientos medicinales.