Alrededor de 600 personas cruzan diariamente la división entre Perú y Ecuador (Huaquillas y Aguas Verdes) con diferentes objetivos, como el comercio, turismo o contrabando, por lo que se le conoce como "la frontera porosa" por el alto contrabando que existe en la zona. En este entorno, las distinciones entre países, monedas y políticas se diluyen en la vida cotidiana de sus ciudadanos, quienes experimentan una existencia caracterizada por la colaboración mutua y la dependencia recíproca.
En el mes de enero de 2024, debido a los conflictos ocurridos en el país vecino, las especulaciones por un cierre fronterizo se intensificaron. Sin embargo, el Ministro del Interior, Víctor Torres, aseguró que "no se cierra la frontera, se controla", descartando en ese entonces toda idea de clausura por parte de la franja fronteriza o invisible de Sudamérica, llamando a la unión y recordando que pese a los obstáculos, los lazos y la unidad entre países permanece.
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Miles de ciudadanos peruanos día a día, buscan viajar desde Tumbes a Ecuador, conoce los puntos de salida, las tarifas y medios de trasporte por las que puedes ir de un extremo a otro.
Existen múltiples maneras de cruzar la frontera "invisible" de Sudamérica para llegar a Ecuador. Entre las más conocidas: a través de agencias de buses de la zona, colectivos o en auto particular, en esta modalidad el tiempo de viaje se extiende en un periodo de seis a siete horas hasta la ciudad ecuatoriana de Guayaquil. Sin embargo, las tarifas varían desde la más económica de 55 soles o 15 dólares a 106 soles o 28 dólares.
La vida en el área entre Huaquillas y Aguas Verdes redefine las nociones convencionales de lo que es una frontera. Este más allá de ser un espacio conflictivo, se caracteriza por su fácil acceso que posibilita un flujo constante de intercambio gracias a la existencia del canal que atraviesa el río Zarumilla.
No obstante, la frontera, que se extiende a 1.529 kilómetros y se caracteriza por ser un espacio en que las culturas y economías se entremezclan de manera estrecha desde Tumbes hasta Loreto, enfrenta múltiples desafíos que incluyen el tráfico de drogas, la delincuencia organizada, la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, la minería ilegal, el contrabando y otros problemas que intentan desestimar los lazos hermanos.
Pese a ello, los comerciantes, quienes son la mayor población en el área, detallan que buscan en el territorio vecino aquellos bienes y servicios que no se encuentran disponibles en su lugar de origen, así como la facilidad en el intercambio de divisas de soles a dólares por la gran cantidad de cambistas que abundan en la frontera. Estos recomiendan hacer el cambio de la moneda peruana a la extranjera.