Una gran consternación ha generado en Bélgica el hallazgo de un refrigerador que flotaba en el Canal Alberto, en cuyo interior se encontraban los restos de una mujer de 74 años de edad. De acuerdo con las autoridades, el caso es investigado como un matricidio, ya que el hijo de la víctima admitió haber cometido el crimen después de ser arrestado en el aeropuerto de Bruselas.
Según medios locales, el último 25 de julio una persona alertó a la Policía de la ciudad de Lieja cuando sacó la nevera del agua y percibió un fuerte hedor. Al revisar su contenido, se halló distintas partes del cuerpo de la anciana, a quien se logró identificar por un tatuaje.
La Policía de Bélgica identificó el cuerpo de la víctima por un tatuaje en el torso. Foto: HLN
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Un par de días antes, agentes policiales habían descubierto otras extremidades en un contenedor de basura, pero se desconocía su origen. Sin embargo, al compararlas con las del Canal Alberto, se determinó que le pertenecían a la adulta mayor asesinada.
El presunto homicida fue detenido la mañana del último jueves, cuando planeaba huir a Corea del Sur. Este señaló que le quitó la vida a su propia madre en la casa de ella alrededor del 10 de julio. De momento se desconoce el móvil del crimen y el sujeto permanece bajo la custodia de las autoridades hasta que se defina la pena que se le impondrá.