Un gigantesco esturión de 270 kilos y aproximadamente 100 años de edad fue capturado esta semana por el pescador Dan Lallier mientras trabajaba en el río Fraser, Canadá. “Jamás imaginé que iba a atrapar un ejemplar tan grande y tan viejo de esta especie. Es un dinosaurio viviente, y estoy seguro que vivirá otros 100 años”, contó el hombre, quien decidió devolverlo a su hábitat natural.
Este animal fósil que habita en la tierra desde hace 250 millones de años se encuentra en peligro de extinción por su caza furtiva para obtener su carne y huevos, que en el mundo gastronómico se le conoce como caviar, un alimento con sabor incomparable y precio altísimo, de hasta 20.000 euros el kilo.
El pez esturión puede vivir más de 100 años y tardar hasta 18 años en alcanzar la madurez sexual. Se reproducen una vez cada dos o cuatro años. Una sola hembra puede poner entre 300.000 y 7,5 millones de huevos, mismos que se adhieren a las piedras en el fondo del depósito, reporta National Geographic.
Es uno de los peces de agua dulce más grandes de la Tierra: el mayor esturión jamás capturado pesaba más de una tonelada (1,571 kg) y medía 7,2 m. Puede vivir más de 100 años y tardar hasta 15 años en madurar.
Captura de un gigantesco esturión blanco. Foto Big Fish
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Habita en aguas costeras Europeas de Islandia a Noruega, hasta el Mediterráneo y el mar negro.
El esturión vive en el fondo a unas profundidades de 5 a 60 metros. Se alimenta principalmente de invertebrados, incluyendo pequeños crustáceos, gusanos y moluscos.
El más caro del mundo se llama Almas, y esta variedad proviene del esturión beluga albino, que vive en el mar Caspio y, aunque puede vivir más de 100 años, está a punto de extinguirse y quedan muy pocos ejemplares.
Este caviar es blanco y un kilo puede llegar a costar hasta 25.000 dólares (unos 20.000 euros).
El caviar es el nombre que reciben las huevas de esturión hembra una vez preparadas y conservadas para su consumo. Foto: captura de YouTube
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Pese a que su captura está prohibida, continúa habiendo pesca furtiva del esturión criado en la naturaleza, y estas especies todavía siguen sin recuperarse. El resultado es que esta escasez hace que el producto sea más y más deseado: el precio se dispara.