Una mujer sufrió la amputación de ambas piernas luego de tener síntomas parecidos a los de la gripe y un repentino deterioro de su salud durante las fiestas de fin de año de 2022. Julianna Bransden, natural de Reino Unido, pasaba Navidad junto a su familia por primera vez desde la pandemia de la COVID-19 cuando se sintió mal.
En un principio, la profesora de escuela primaria de 44 años no le dio importancia a estos síntomas, por lo que continúo con las celebraciones. En ese momento, la familia recibió la lamentable noticia de que una tía que vive en Irlanda del Norte se enfermó y falleció inesperadamente unos días antes.
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La dura noticia agravó la condición de Bransden. Su salud se deterioró rápidamente. En un inicio, padecía síntomas similares a los de la gripe, por lo que descansaba en cama gran parte del día.
Pasaron los días y a vísperas de Año Nuevo, Julianna empezó a luchar por su vida. Todo se había agravado y, según declaró la familia, no podía levantarse de la cama. Al llamar a los especialistas, le recomendaron descanso. Argumentaron que era joven y no padecía ninguna otra enfermedad.
La mujer pasó 66 días en UCI y sobrevivió. Foto: Gofundme/Tim Bransden
Pero se equivocaban. Una hora después de la llamada, Bransden fue llevada de emergencia al hospital: su corazón se había detenido dos veces. Julianna pasó 66 días en UCI recibiendo tratamiento por shock séptico e insuficiencia orgánica.
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Los especialistas diagnosticaron que la mujer tenía neumonía agresiva, influenza y estreptococo A. Tras semanas de lucha, despertó con daños en manos, pies y tuvo que ser sometida a una operación para amputarle ambas piernas por debajo de la rodilla.