Julia Faustyna, la joven polaca de 21 años —que abrió una cuenta en Instagram con el nombre 'Yo soy Madeleine McCann' para intentar demostrar que se trataba de la menor que desapareció en Praia da Luz, Portugal, en 2007— admitió el viernes que no es la niña británica desaparecida.
Pese a supuestas pruebas fotográficas que probarían coincidencias con la pequeña Maddie, la característica marca en el ojo (el coloboma, que tienen uno de cada 10.000 niños), unos lunares y algunos gestos similares a los de Kate y Jerry McCann, había otras piezas en el caso que no encajaban.
Faustyna ha declarado sospechar ser la pequeña debido a la poca información que tiene sobre su infancia y la negativa de sus padres de responder a ciertas preguntas, además de hacerse una prueba de ADN o de darle la partida de nacimiento.
Según la investigación avanzaba, se descartó completamente que Faustyna, de 21, fuera Madeleine, quien tendría ahora 19 años.
En un video que compartió en Instagram, la joven reconocía, junto a su representante legal, la médium Fia Johansson, que podría no ser Madeleine, pero se reafirmó en la idea de que es una niña secuestrada.
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Tanto la joven como Johansson han afirmado que tienen "evidencias" de que en la vida de Julia ha pasado algo "muy grave".
Por otro lado, la vidente indicó que, para que se pueda iniciar una investigación policial en Polonia sobre los orígenes de Julia, la orden tiene que llegar desde Portugal y que, pese a los intentos de la joven por hacerse una prueba de ADN con su familia actual, sus familiares han contestado bloqueándola en todas las redes sociales.