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Fue al hospital por malestar, le dijeron que baje de peso, pero descubrió que tenía un tumor

La mujer nunca fue diagnosticada pese a los dolores y síntomas que padecía, hasta que descubrió que tenía un tumor de 10 centímetros en el útero.

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Hannah Catton sufría dolores, hinchazón y constantes molestias. Foto: composición LR/Glamour/Newsweek

Hannah Catton tenía molestias que se repetían desde 2019: presentaba infecciones urinarias, periodos menstruales irregulares y constante hinchazón. Acudió a consultar la opinión de un experto en salud y le dijeron que no eran nada grave, pero todo terminó siendo peor. La joven de 26 años, natural de Reino Unido, residente en Melbourne (Australia), fue a consultar con médicos; sin embargo, solo recibió recetas de antibióticos y que se podría tratar de estrés. Le aseguraron, sorprendentemente, que debía bajar unos kilos para que los malestares disminuyan.

“Fue difícil de escuchar”

No obstante, un día colapsó de dolor y tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital y, tras algunos exámenes, descubrió que tenía cáncer de ovario en etapa 1. Catton fue víctima de diagnósticos equivocados que empeoraron todo.

Para septiembre de 2020, padecía estreñimiento, bochornos, hinchazón, dolor y malestar general. Un doctor le manifestó que era un cambio en su ciclo menstrual por el estrés. Posteriormente, otro doctor le mencionó que era debido a su peso.

“Me dijo que perdiera peso, lo cual fue difícil de escuchar y definitivamente no tenía sobrepeso. Estoy en muy buena forma física”, le declaró a BBC News.

“Tantas vidas se ven afectadas por ello”

La mujer contó que nunca palmaron su abdomen o le hicieron algún examen. Si se hubieran tomado el tiempo de hacerlo, “probablemente habría sentido que algo andaba mal allí”. Catton, sospechando que era algo más grave que su peso, fue a efectuarse una ecografía, que reveló que tenía un fibroma de 10 centímetros alrededor del útero.

Fue puesta en una lista de espera para una cirugía, pero los dolores no dejaban de aumentar. “Cuando desmonté después del primer día, me derrumbé de dolor hasta el punto de casi vomitar. Fue insoportable (...). No quería hacerle perder el tiempo a nadie, así que tomé tantos analgésicos como pude y traté de dormir”, detalló.

Fue sometida a una cirugía de emergencia tras volverse a desmayar y comenzó un tratamiento contra el cáncer. Ahora, a la mujer se le realiza cuatro quimioterapias semanalmente.

Catton decidió relatar su historia para ser un ejemplo para otras féminas que pasan situaciones similares y son mal diagnosticadas.
“No hablar de experiencias como estas significa que les seguirán pasando a las mujeres. No debería pasar. Me debieron haber ofrecido una ecografía y referencias meses antes. El estigma asociado a quejarse de los dolores/problemas menstruales y todos los síntomas que incluye la necesidad debe parar. Tantas vidas se ven afectadas por ello”, narró al medio Today.