Celal Sayar, un trabajador de construcción turco, sobrevivió de milagro luego de que una barra de acero se incrustara en su rostro y se encajara a solo unos centímetros de su cerebro, tras caer sobre ellas.
Sayar, de 39 años, venía realizando su trabajo en la ciudad de Giresun, Turquía, como cualquier día cuando ocurrió el accidente que por poco le quita la vida. “Tiramos de una cuerda en la construcción. El hierro estaba atado en el extremo de la cuerda. Cuando tiré de la cuerda, el hierro atado a la cuerda se atascó en mi cara. Pensé que el hierro me golpeó la cara primero”, dijo.
Mediante un examen de rayos X, se observa que la barra perforó su pómulo, encajándose detrás de sus ojos a solo unos centímetros de su cerebro. Foto: Ankara Masasi
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Tras ocurrido el hecho, fue trasladado al Samsun Training and Research Hospital, donde se le realizaron exámenes para determinar la condición del hombre. En las imágenes obtenidas mediante rayos X, se observa que la barra perforó su pómulo, encajándose detrás de sus ojos a solo centímetros de su cerebro.
Luego de recibir una atención básica, fue llevado a una unidad especializada en el Hospital de Investigación y Capacitación de Samsun, donde la barra fue removida y, en seguida, trasladado a cuidados intensivos, informaron medios locales.
De acuerdo con la Asamblea de Salud y Seguridad Laboral de los Trabajadores, el año pasado un trabajador falleció cada cuatro horas en un accidente laboral en Turquía. De los 2.170 trabajadores que murieron, 335 pertenecían al sector construcción.