El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió este miércoles a sus seguidores que desbloqueen las carreteras, pero apoyó las protestas en otros lugares que se han multiplicado en el país contra el triunfo en las urnas del izquierdista Lula da Silva.
Camioneros y otros manifestantes protagonizaron desde el domingo centenares de bloqueos en todo el país, lo que causó problemas de desplazamientos y de transporte de mercancías.
“Quiero hacerles un llamamiento: desbloqueen las carreteras. Eso no me parece que forme parte de manifestaciones legítimas”, dijo Bolsonaro en un video colgado en Twitter.
“Otras manifestaciones que se están realizando por todo Brasil, en plazas... son parte del juego democrático. Siéntanse a gusto”, dijo el ultraderechista.
“Protesten de otra forma, en otros locales, eso es muy bienvenido”, agregó.
Miles de bolsonaristas se congregaron este miércoles frente a muchos cuarteles de las principales ciudades de Brasil para pedir una intervención militar contra la derrota de su líder en el balotaje del domingo.
Al grito de “¡intervención federal, ya!”, miles de brasileños pedían en Sao Paulo, Río de Janeiro o Brasilia la actuación de las fuerzas armadas contra la derrota de su líder por 49,1% de los votos, frente a 50,9% de Lula. “No reconocemos el resultado de la elección porque sabemos que fue fraudulento”, dijo el comerciante Rodrigo Mata, de 41 años, que protestaba en Sao Paulo.
En la capital, Brasilia, también se congregaron miles de personas frente al cuartel general. “¡Resistencia civil!”, gritaban los bolsonaristas.
Una marea verde y amarilla desafió la lluvia en Río de Janeiro, donde cantaban: “Lula, ladrón, tu lugar es la prisión”.
“Haremos vigilia hasta que los generales tomen medidas. El pueblo ya está haciendo lo que puede”, dijo a la AFP Sebastiao Ramalho, un militar de la reserva de 70 años.
Los bloqueos provocaron diversos trastornos, inclusive la cancelación de 48 vuelos en el aeropuerto internacional de Guarulhos, el principal del país. En tanto, el equipo de Lula anunció que el presidente electo estará “dos o tres días” en una playa del noreste del país, a fin de descansar tras una dura campaña electoral.
Hostiles. Algunos manifestantes fustigaron a la prensa. Al caer la noche, la protesta comenzó a bajar su intensidad.
Disminuye. Últimos reportes daban cuenta de que el número de bloqueo de vías está bajando.