Más de 100 hectáreas y un número indeterminado de las míticas estatuas de piedra, conocidas como moáis, quedaron calcinadas en la Isla de Pascua, en medio del Océano Pacífico, en Chile. El fuego empezó el último lunes 3 de octubre con la quema de nueve hectáreas de pastizal, pero el viento de la zona rápidamente expandió las llamas.
“Lamentamos este grave incendio en Rapa Nui en el volcán Rano Raraku, con afectación al Sitio de Patrimonio Mundial. Hace solo dos días, el fuego arrasó más de 100 hectáreas en la isla”, escribió en Twitter la subsecretaria del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Pérez Dattari.
La autoridad destacó la labor realizada por organizaciones y por la propia comunidad, que evitaron que el lado exterior de la cantera se quemara por completo. En un medio local, el burgomaestre del distrito isleño, Pedro Edmunds, comentó que “es irrecuperable” el daño causado por el fuego.
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Hasta ahora se desconoce el impacto total de los daños y varios equipos encargados de protección patrimonial se desplazaron a la zona para la evaluación.
Sin embargo, se sabe que el cráter del volcán Rano Raraku, donde se encuentra la cantera con la que se fabricaban los moáis y que alberga 400 de ellos, fue uno de los lugares más afectados por las llamas.
El incendio ocurrió tres meses después de la reapertura de la isla al turismo mundial, su principal fuente de ingresos. El reciente 26 de septiembre, el presidente chileno, Gabriel Boric, remarcó que la reactivación del turismo es “fundamental” para la recuperación económica y señaló que esta industria aún no ha conseguido llegar a los niveles previos a los confinamientos del 2020.
La isla resguarda el Parque Nacional Rapa Nui (PNRN), una área silvestre que concentra el patrimonio y legado de la cultura Rapa Nui.
Se calcula que, dentro del parque, hay unas 900 estatuas y más de 300 plataformas ceremoniales.