Fuerte crisis. La vía fluvial más utilizada por la Unión Europea, el río Rin, atraviesa una fuerte sequía que ha puesto en peligro la economía de Alemania y del Viejo Continente, que también atraviesa por un largo y caluroso verano con temperaturas que superan la media.
“Esto es serio”, le cuenta a la BBC el capitán Andre Kimpel, uno de los pocos dueños de ferrys que siguen transportando personas y automóviles hasta la otra orilla del río. Muchas empresas de este tipo de embarcación se han visto obligadas a parar debido a la reducción en los niveles de agua de la vía fluvial. “Tenemos 1,5 m de agua y nuestro bote tiene 1,20 m de profundidad. Así que nos quedan 30 centímetros de agua debajo de nosotros”, continúa, preocupado.
Actualmente, el nivel del agua alcanza los 42 centímetros, y si bien esta cifra aún no ha disminuido hasta los 25 cm registrados en octubre de 2018, se prevé que el número siga bajando en los próximos días. No obstante, la escasez es notoria.
PUEDES VER: La isla del ántrax: el plan secreto de Reino Unido para derrotar a los nazis que fracasó
“Solíamos tener muchas inundaciones. Ahora tenemos muchos momentos de aguas bajas”, remarca el capitán Kimpel.
El descenso en el nivel del agua del río Rin han generado que muchos ferrys paren sus actividades. Foto: AFP
En la ciudad de Bingen, localizada al oeste de Alemania, se ven grandes extensiones del río expuestas, con las piedras visibles y secándose bajo el inclemente sol. “Es bastante extraordinario. Julio y agosto suelen ser meses bastante húmedos con mucha lluvia. Esta es una situación inusual para nosotros y la pregunta es qué va a suceder en octubre, cuando llegan los meses generalmente secos”, señala Martina Becker, de HGK Shipping.
El descenso del nivel del agua podría cerrar por completo el tráfico en la zona del Alto Rin, en un periodo en el que la economía de Alemania depende del carbón tras el recorte de suministro de gas por parte de Rusia. Este insumo, en su mayoría, es transportado de ciudad a ciudad a través del Rin.