La Policía Federal (PF) de Brasil señaló que “encontraron rastros de sangre en la embarcación de Amarildo da Costa de Oliveira, de 41 años, conocido como ‘Pelado’, apresado el pasado martes en calidad de sospechoso” tras la desaparición de un periodista británico y un experto brasileño en la Amazonía.
“El material recolectado está camino a Manaos (capital de Amazonas) a bordo de un helicóptero Black Hawk para ser sometido a una pericia”, añadió la PF en un comunicado. También añadió imágenes de investigadores tomando fotos de lo que parece ser una pequeña mancha de sangre sobre una lona azul, dentro de una lancha a motor con la pintura descascada.
El colaborador del diario británico The Guardian Dom Phillips, de 57 años, y el experto indigenista Bruno Pereira, de 41 años, viajaban juntos por la región del Valle de Javarí, extremo oeste del estado de Amazonas, donde realizaban entrevistas para un libro sobre conservación ambiental.
Habían viajado en barca al lago Jaburu y debían volver a la ciudad de Atalaia do Norte la mañana del domingo. El último lugar donde los vieron fue Sao Gabriel, no muy lejos de su destino.
Testigos dijeron haber visto a Amarildo Oliveira pasar en una lancha a gran velocidad en la misma dirección que Phillips y Pereira, después que fueron vistos por última vez. La Policía afirma que el hombre fue arrestado porque portaba municiones de calibre no permitido y droga.
Pereira, experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas de Brasil (Funai), ya había sido amenazado por grupos criminales que actúan en la región.
Desde hace un tiempo estaba cursando una licencia temporal de su cargo y trabajaba en proyectos junto a la Unión de los Pueblos Indígenas del Valle de Javarí (UNIVAJA) para mejorar la vigilancia en las aldeas.
Ubicada en la frontera con Perú y Colombia, la región abriga una tierra indígena protegida de 8,5 millones de hectáreas, y sufre con la presencia de narcotraficantes, pescadores, madereros y mineros ilegales que van en busca de sus recursos naturales.
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, dijo este jueves que “reza a Dios para que sean encontrados vivos”, aunque reconoció que, “cada día que pasa, esas chances disminuyen”, y volvió a calificar de “aventura” la expedición que realizaban Phillips y Pereira.
“En esa región, generalmente andas escoltado, fueron hacia una aventura”, dijo el mandatario en Los Ángeles, donde participa en la Cumbre de las Américas.
Sus declaraciones generaron indignación entre los miembros de UNIVAJA, que participan activamente en las búsquedas desde el primer día y consideran a Pereira uno de los indigenistas más expertos del país.
“Bruno y Dom estaban en realidad prestando un servicio al Estado brasileño, porque estaban al servicio de UNIVAJA, hablando sobre la protección de las tierras indígenas, algo que el Gobierno brasileño no está haciendo”, dijo a periodistas Eliesio Marubo, representante jurídico de la asociación, desde la remota localidad Atalaia do Norte, base de las operaciones de búsqueda.
La Policía Federal dijo este jueves que, junto con las Fuerzas Armadas, continuaban empeñados “para que Pereira y Phillips retornen cuanto antes para sus seres queridos”.
Pero un día antes admitieron que no descartan “ninguna línea de investigación”, incluida la de homicidio, en una región considerada “peligrosa”.
Activistas, familiares y amigos de Phillips y Pereira realizaron este jueves protestas en Londres y Brasilia.
“Queremos respuestas. El Gobierno, la Funai y la Policía no nos las están dando”, dijo a la AFP el activista Kamu Dan, un indígena de 53 años de la etnia wapichana, en la capital brasileña.
“Hay una negligencia por parte del Estado en la defensa de los pueblos indígenas, que están entregados a su propia suerte contra madereros, mineros, invasores, narcotraficantes”, sostuvo el activista.