Este sábado 4 de junio se cumplen 33 años de las protestas en la plaza de Tiananmén, manifestaciones impulsadas por estudiantes y maestros en Pekín, China, a favor de la apertura política y que fue fuertemente reprimida por las autoridades de la nación asiática.
La masacre dejó un saldo de entre 200 y 2000 de fallecidos (según testigos), muchos de ellos civiles. La tragedia mostró la fuerte represión ejercida por el Gobierno chino, que ejecutó un gran número de arrestros tras los hechos de violencia y expulsó a la prensa extranjera de su territorio.
Ahora, en el aniversario de las conmemoraciones, Hong Kong ha cancelado todas las actividades pactadas durante la jornada luego de acatar la Ley de Seguridad Nacional impuesta desde el régimen liderado por Xi Jinping en 2020 y que busca suprimir la disidencia e imponer fuertes restricciones. Es así que la plaza del Parque de la Victoria, lugar donde se acostumbraba realizar las celebraciones lució vacío a comparación de las usuales concentraciones públicas por la fecha. Así lo informó Hong Kong Free Press.
De igual modo, el medio South China Morning Post comunicó que las autoridades chinas han avisado a los consulados de los diversos países dentro de Hong Kong de abstenerse de conmemorar la tragedia, acontecida en 1989.
“La oficina de relaciones con China nos ha pedido que no tuiteáramos, retuiteáramos o dijéramos públicamente algo sobre el 4 de junio”, dijo un diplomático europeo al periódico hongkonés. Asimismo, las celebraciones católicas también han sido anuladas.
No obstante, pese a las imposiones, diversos transeúntes encendieron velas y las dejaron en los alrededores de Hong Kong, mientras que media docena de personas fueron detenidas por la policía al intentar conmemorar la masacre, según informó la agencia AFP.