Desde comienzos de la pandemia por la COVID-19, Corea del Norte resguardó sus fronteras para evitar posibles contagios. No obstante, dos años después, y con varias vacunas a disposición de otras naciones, el país asiático ha reportado más de 232.880 infecciones el último martes 17 de mayo.
En esa línea, el medio internacional BBC realizó una cobertura sobre las informaciones norcoreanas que recomendaban algunos remedios insólitos para luchar contra la propagación del virus al que llaman “fiebre”. Entre ellos se encuentra el beber infusiones y hacer gárgaras con agua salada.
El medio Rodong Sinmun, del Partido del Trabajo de Corea, sugirió que aquellas personas que estén iniciando con los síntomas de la “fiebre” pueden ingerir té de jengibre o de hojas de sauce, de esta manera se menguarán los efectos del virus.
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Se conoce que tomar algunas bebidas calientes disminuye el dolor de garganta o reduce la tos. Asimismo, las infusiones como el té y las hojas de sauce son buenas para aliviar la inflamación y el dolor de la tos. No obstante, ninguno de esos dos ingredientes ayudan a prevenir o curar el coronavirus.
Los medios del estado, liderado por Kim Jong-un, entrevistaron a unas personas que recomendaban hacer gárgaras con agua y sal durante la mañana y la noche, para evitar los contagios.
De esta manera, y por esta creencia, cerca de 1.000 toneladas de sal fueron enviadas a Pyongyang para crear una “solución antiséptica”.
Informaciones de salud señalan que realizar gárgaras con estas dos sustancias ayuda a combatir los síntomas de un resfriado común, pero no desacelera la propagación de la COVID-19.