La cultura de Estados Unidos parece ser un fuerte impulsor del sexo. La actividad sexual está presente en el cine, la literatura y un largo etcétera de áreas que han abandonado a pasos agigantados el espectro conservador para volverse cada vez más explícitas. No obstante, pese al fuerte incentivo que reciben los jóvenes norteamericanos en torno a las relaciones sexuales, las cifras parecen mostrar un panorama contrastante.
Los jóvenes estadounidenses están teniendo menos sexo. Así lo señaló la CNN en un reciente informe basado en el estudio de la revista médica JAMA; y entre las posibles causas no se encuentra el confinamiento generado por la COVID-19, sino un factor que parece generar cada vez más una mayor adicción que el mero placer sexual: las redes sociales y el desarrollo del mundo digital.
Según el estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de San Diego, la inactividad sexual entre los jóvenes varones estadounidenses aumentó entre los años 2000 y 2018. Entre los factores más importantes de este auge se encuentran la postergación de la madurez y el crecimiento del internet.
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“Primero, los adolescentes y los adultos jóvenes están tardando más en llegar a la madurez. Esto incluye el aplazamiento no solo de la actividad sexual, sino también de otras acciones relacionadas con el apareamiento y la reproducción, como las citas, vivir en pareja, el embarazo y el parto”, detalló la psicóloga Jean Marie Twenge, autora del informe.
En la investigación, la también docente universitaria señala que los jóvenes que se encuentran en situación de desempleo, tienen un trabajo parcial o cuentan son menos ingresos son los más propensos a tener menos relaciones sexuales. Un factor relacionado con este hecho sería la tardía independencia que han alcanzado los jóvenes estadounidenses en los últimos años.
Los videojuegos pueden son uno de los causantes de la inactividad sexual, según estudio. Foto: Difusión
“Es más difícil salir y participar en actividades sexuales cuando no se es económicamente independiente de los padres”, destacó Twenge. Es así que del porcentaje de hombres sexualmente inactivos de los 18 a los 24 años creció del 18,9% entre los años 2000 y 2002 al 30,9% entre 2016 y 2018.
Las cifras no variaron mucho entre las mujeres de 25 a 34 años, que también presentaron un fuerte descenso en su actividad sexual, ni tampoco en los adultos mayores y casados, que, al parecer, han dejado a un lado las relaciones sexuales para darle cabida a otras aficiones.
“Ahora hay muchas más opciones de cosas para hacer al final de la tarde que antes y menos oportunidades para dar inicio a la actividad sexual si ambas partes están absortas en las redes sociales, los juegos electrónicos o las maratones de series”, concluyó Jean Marie Twenge.