María Guadalupe Pérez ha observado todo lo ocurrido a raíz de la desaparición de Debanhi Escobar, la joven que desapareció el 9 de abril y fue encontrada sin vida 13 días después en una cisterna, a espaldas del motel Nueva Castilla. “Ella era Debanhi, mi hija es Dibanhi, con i”, comenta la señora a “El Universal” para referirse a su hija, que lleva desaparecida 10 meses.
La joven desapareció en Torreón, Coahuila, y las autoridades locales no han podido dar ninguna respuesta sobre su paradero hasta la fecha. María cuenta que al recriminarle a la Fiscalía sobre porque en Monterrey sí estaban avanzando con el caso de Escobar, le respondieron que “allá tienen más recursos que aquí”, como una suerte de excusa.
Pero María no es ajena a las excusas, pues las lleva escuchando desde el 25 de junio de 2021. Eventualmente, cuando se acercó al Ministerio Público a pedir los resultados de la investigación, le dijeron que habían otras desaparecidas. “Me dijeron así como ‘fórmese en la fila, señora. Hay muchas como usted que tienen más años buscando’”.
“¿Qué es lo que esperan?, ¿qué me aviente de un puente y deje un escrito donde ponga nombres de que nadie me hace caso? Mi hija no es una huérfana”, expresa la mujer.
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“Una es ignorante en todo esto. No sabe uno los derechos que tenemos. No sabía de la existencia del protocolo Alba, que la deben buscar luego y no lo hicieron. Me entero del protocolo que deben atender a las mujeres y niñas desaparecidas por su vulnerabilidad y no lo hicieron”, añade.
La Fiscalía no solo la ha privado de respuestas claras, sino que además la ha intimidado y amenazado para que no investigue por su cuenta. Le han pedido que no se acerque a las personas para cuestionarlas, que se cuide de hablar con los medios de comunicación y que solo tenga paciencia.
El nivel de incompetencia de la Fiscalía llegó a su tope, cuenta María, cuando dos meses después de la desaparición de Dibanhi, la expareja de su hija recibió una llamada con un grito de la joven. La familia fue al Ministerio público, quienes llamaron al celular y obtuvieron una respuesta: la voz de un hombre que dijo tajantemente no haber hecho ninguna llamada. Cuando marcaron de nuevo, el receptor no tenía señal. Nunca lo investigaron porque, según ellos, un juez no lo había autorizado.
Frente a estas trabas, María Guadalupe Pérez se ha visto en la obligación de interponer cinco quejas en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila por omisiones y falta de información.
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Recuerda que si estás sufriendo o conoces algún caso de violencia familiar o sexual, te puedes comunicar con la Línea 100 desde cualquier teléfono y durante las 24 horas del día, o puedes ingresar aquí para entrar al Chat 100, de lunes a viernes, de 8.00 a. m. a 10.00 p. m., para recibir orientación psicológica.