En Rosario, Argentina, el nivel de brutalidad en la violencia callejera ha alcanzado niveles insostenibles. Esta vez el ajuste de cuentas ocurrió en el poblado tradicional de Fisherton, una zona que suele estar fuera de los márgenes de la geografía narco, pero que se vio manchada de sangre cuando un joven de 26 años y su bebé de ocho meses fueron asesinados, la única sobreviviente fue la madre del menor, que se encuentra luchando por su vida en un hospital local.
Se sabe que al menos cuatro sicarios fueron los que arremetieron contra la familia, que se encontraba dentro de un Audi A4 estacionado. Los criminales escaparon, según los primeros testimonios recogidos por las autoridades, en una camioneta que fue encontrada incendiándose a algunas cuadras de la escena del crimen.
Auto de la familia baleada en Argentina. Foto: Marcelo Manera / La Nación
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La ciudad y sus alrededores no son ajenos a la violencia, cargando con un aumento desmesurado de la misma durante las últimas semanas y habiendo cobrado ya 24 vidas en tan solo 23 días. Tan solo en 2022 se notificaron 86 homicidios en un territorio en el que, desde hace ya varios años, se viene librando una guerra narco de baja intensidad.
Un caso parecido a este ocurrió en enero de este año, cuando una pareja y su bebé fueron atacados a su salida de una boda a la que habían asistido algunos referentes de clanes narco.
Joven y su bebé pierden la vida a manos de sicarios. Foto: Marcelo Manera / La Nación
La ola de crímenes y muerte ha causado preocupación entre los habitantes de la ciudad, quienes claman por reacciones de los gobernantes. “Hay que sitiar a Rosario con fuerzas federales”, fue la propuesta que hizo el diputado nacional por Santa Fe, Gabriel Chumpitaz, para enfrentar la lucha contra el crimen organizado, que “gobierna las calles y los barrios de la ciudad”, según el legislador.