El fundador de Wikileaks, Julian Assange podría ser extraditado a los Estados Unidos, luego que el último miércoles la justicia británica emitiera una orden formal con relación a este punto, con lo que se autorizaría el traslado del australiano a territorio americano, a fin de que pueda ser juzgado por la difusión de documentos clasificados desde el año 2010 a través del mencionado sitio web.
El Estado norteamericano viene pidiendo desde hace años tener la posibilidad de juzgar a Assange por cargos relacionados a la vulneración de su seguridad nacional, dado que muchos de los informes filtrados por el programador, más de 700 mil, tienen conexión con las actividades diplomáticas y militares desarrolladas por este país durante las guerras de Irak y Afganistán. Dichos papeles mostraron aspectos crudos de la participación de Estados Unidos en estos conflictos, cuya intencionalidad fuera muy cuestionada en su momento por parte de la opinión pública.
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El caso Assange ha despertado polémica por lo que supone con respecto a la libertad de prensa, dado que organizaciones defensoras de los derechos humanos argumentan que la persecución judicial en su contra ataca la libre disposición que tiene Julian Assange como periodista de difundir información de interés para la ciudadanía, particularmente tomando en consideración la naturaleza de los papeles dados a conocer por el fundador de Wikileaks.
En este sentido, la perspectiva de que el hombre de 50 años pudiera enfrentar una condena de hasta 175 años de prisión es considerada injusta y una violación a los derechos de Assange. No obstante, Estados Unidos señala que el acusado no es un periodista sino que su comportamiento correspondería más bien al de un pirata informático, cuyo accionar puso en riesgo la vida de numerosos informantes, dado que al momento de publicar la información de carácter sensible para el gobierno norteamericano lo realizó sin edición alguna.
Cabe recordar que la justicia estadounidense ha imputado un total de 18 cargos contra Julian Assange por vulneración de la legislación antiespionaje, basando su acusación en la hipótesis de que el fundador de Wikileaks habría incitado a un soldado a sustraer información militar y de tipo diplomático con el objetivo de “provocar daños a EE.UU. o beneficiar a una nación extranjera”. Cada delito relacionado a Assange conlleva en principio una pena privativa de la libertad de hasta diez años, por lo que, de ser hallado culpable, podría recibir la sentencia centenaria.
El último dictamen dado por la justicia británica se suma a otra emitida el 14 de marzo de 2022, en la cual la Corte Suprema del Reino Unido desestimó el recurso interpuesto por la defensa del australiano a fin evitar su extradición a Estados Unidos, lo que supuso una victoria para los fines del gobierno norteamericano. Ahora, corresponde que la orden sea enviada a la ministra del Interior, Priti Patel, quien posee la potestad final de dar o no efectividad a la extradición. La defensa de Julian Assange tiene plazo hasta el 18 de mayo para presentar sus alegatos en contra de la decisión dada por el Reino Unido.