Desde el 24 de febrero de 2022 se produjo la invasión rusa a Ucrania, pero el presidente Vladimir Putin la ha denominado como una “operación militar especial”.
La guerra a gran escala ya tiene varios días y algunas mujeres de Rusia han difundido mensajes en redes sociales expresando que sus hijos, que hacían el servicio militar obligatorio en el ejército ruso, habían sido enviados a la frontera con Ucrania y luego se quedaron en silencio. El medio Meduza entrevistó a algunos familiares de los soldados para conocer su paradero.
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El Comité de Madres de Soldados señaló que comenzó a recibir llamadas de padres de otros soldados que cumplían con el requisito del servicio militar obligatorio en unidades militares de toda Rusia a mediados de febrero. Todos los parientes decían lo mismo: o sus hijos habían sido obligados a firmar contratos, o simplemente los habían enviado a los territorios de las unidades militares en la zona limítrofe con Ucrania.
Un gran número de reclutas fue enviado a bases en la región de Belgorod. Sin embargo, la mayoría de los padres no sabía el número de la base a la que enviaron a sus hijos o se negaron a decirlo por temor a que les hicieran daño, dijo Olga Larkina, directora del Comité de Madres de Soldados.
El humo se eleva desde un tanque ruso destruido por las fuerzas ucranianas al costado de una carretera en la región de Lugansk el 26 de febrero de 2022. Foto: AFP
María, cuyo hijo se encuentra en su séptimo mes de servicio militar obligatorio, le dijo a Meduza que la última vez que supo de él fue el 22 de febrero.
“Mi hijo me dijo que no podía decir nada, que todo estaba intervenido y que le estaban quitando los teléfonos a la gente. En cuanto a él, dijo ‘todo está bien’, pero ¿qué significa ‘bien’ cuando no puedes decir nada? ¿Y cómo puede estar todo bien en una guerra? He estado llorando, sin comer, solo sentada allí aturdida y viendo la televisión. No entiendo cómo se puede enviar a los reclutas a la guerra”, expresó María.
“No puedo esperar más, me siento terrible. Contamos con chats grupales solo para las madres de los niños que están atendiendo. Y, la semana pasada, una madre escribió: ‘¿Por qué envían reclutas?’ Al día siguiente, un oficial castigó a su hijo. ¿Cómo? ¿Entraron en nuestro chat y lo leyeron? Todo es secreto, no puedes decir nada”, detalló.
Alexander Latynin, abogado del Comité de Madres de Soldados, enfatizó que es legal trasladar a los reclutas de una base militar a otra. “Involucrar a personal militar [que está realizando el servicio militar obligatorio] en ejercicios y otros eventos realizados por el Ministerio de Defensa en el territorio de la Federación Rusa es perfectamente legal”, agregó.
Familiares han denunciado que los reclutas han sido obligados a firmar contratos que los compromete a asistir a la guerra.
Además, dijeron que los conscriptos que han servido por menos de cuatro meses pueden servir en territorios de otros estados, pero su participación en cualquier operación de combate está prohibida por un decreto presidencial.
La representante del comité insistió en que estaba recibiendo llamadas de diversas madres que informan que a sus hijos los están obligando a firmar contratos. “Creemos que está mal obligar a un recluta a convertirse en soldado contratado. Pero ¿cómo los obligan? No lo saben los padres que se pusieron en contacto y nos dijeron que sus hijos fueron llevados por oficiales militares, sellados y eso es todo. Ahora son soldados contratados”, especificó Olga Larkina.
“Cuando realmente quieren y realmente necesitan, algunas personas, incluidos algunos funcionarios, recurren a infringir la ley”, destacó el abogado Alexander Latynin, al escuchar las denuncias de las madres que aseguran que sus hijos fueron obligados a firmar un contrato para ir a la guerra.
Ante la preocupación del Comité de Madres de Soldados, una comisión se puso en contacto con la Oficina del Fiscal Militar, el Ministerio de Defensa y los líderes del Distrito Militar Occidental de Rusia para consultar si los reclutas habían sido obligados a firmar papeles. Sin embargo, nadie le dio una respuesta concreta.
El medio Meduza detalla que tampoco obtuvo respuesta por parte de las autoridades rusas al consultar sobre dicho tema.
“Estoy en pánico, ¿Dónde está mi hijo? He intentado llamar a todos los teléfonos desde los que me ha llamado y todos están apagados. Mi hijo dijo que incluso los teléfonos de los capitanes fueron confiscados”, dijo Alyona, otra pariente de recluta.
“Me siento horrible, necesito que los niños no estén allí, que los niños estén [de vuelta en] los lugares donde fueron reclutados, no en este infierno. Tenemos un grupo de parientes del lado ucraniano. Tengo sobrinos allí y todo. ¿Cómo se verá esto? Mi hermana y yo hemos estado llorando toda la mañana, ella de allá y yo de aquí”, manifestó.