El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró este jueves 24 de febrero la posibilidad de que el conflicto en Ucrania pueda extenderse a otros países europeos, ya que con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, “nada está excluido”.
“Con Putin nada está excluido. Nada está excluido, pero por el momento tenemos suficiente trabajo con lo que pasa en Ucrania”, indicó ante la prensa a su llegada a la cumbre de líderes de la Unión, la cual fue convocada de forma extraordinaria para impulsar nuevas sanciones contra Moscú por la invasión militar de Ucrania que inició este 24 de febrero.
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Borrell explicó que va a proponer “un paquete fuerte” de sanciones y que corresponderá a los jefes de Estado y de Gobierno decidir sobre ello. Además de a él mismo: “Este viernes iré al consejo para que mis colegas ministros lo acuerden por unanimidad”, en referencia a la reunión extraordinaria de los titulares de Exteriores de los 27 para dar luz verde oficialmente a más medidas restrictivas.
“Y entonces las sanciones empezarán a tener efecto, una vez sean implementadas”, apuntó. Estas serán más allá de las que la UE ya ha adoptado tras el reconocimiento esta semana por parte de Rusia de dos regiones del este de Ucrania como repúblicas independientes.
El político español afirmó que no podía “entrar en detalles sobre las sanciones”, pero avanzó que se propondrá ampliar el número de personas en la lista negra y en ella también se incluirá a responsables de Bielorrusia, país que ha facilitado el paso de tropas rusas a Ucrania.
Asimismo, dijo que se trata de un “complejo paquete con sectores económicos, tecnológicos, transporte, innovación y más sanciones al sector financiero”.
Preguntado por si está sobre la mesa la petición ucraniana de desconectar a Rusia del sistema bancario internacional Swift, Borrell dijo que “corresponderá a los jefes de Estado y Gobierno decidirlo”.
Antes de llegar a la cumbre, el alto representante participó en un debate organizado en línea por la Comisión de Asuntos Exteriores y la Subcomisión de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo, en el que estuvieron también miembros del Parlamento de Ucrania y en el que se lanzaron peticiones para declarar una zona de exclusión aérea en ese país, o imponer un embargo al petróleo y gas rusos o a la tecnología que llega a Rusia.
“No somos una unión militar”, recalcó Borrell. Así, recordó que la UE no puede dar apoyo enviando armas, aunque algunos Estados miembros sí lo estén haciendo.
Igualmente, abogó por reducir la dependencia que tiene Europa de las importaciones de gas ruso y buscar nuevas fuentes renovables.
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En opinión de Borrell, Europa vive algunas de sus horas “más negras” y “el peor momento desde la Segunda Guerra Mundial”, dado que “un poder nuclear ha lanzado un ataque a un vecino democrático, un país soberano”, y al mismo tiempo está amenazando a quien quiera ayudarle con represalias nucleares.
“Lo que hemos visto era inimaginable para los europeos (…). Que la guerra estuviera volviendo a las fronteras europeas era impensable. Está pasando, está pasando en este siglo y afecta a gente inocente, civiles inocentes que temen por sus vidas”, lamentó el jefe de la diplomacia comunitaria.
Borrell también pidió continuar trabajando contra la desinformación que Rusia “va vertiendo a través de sus medios porque Putin no solo quiere conquistar el territorio, sino también el espíritu”, dijo.