Europa ha sido uno de los continentes golpeados fuertemente por la aparición de la COVID-19 y sus diferentes variantes que impidieron la realización de actividades comunes meses atrás. Sin embargo, con el pasar del tiempo, y a raíz de la efectividad que han logrado mostrar las vacunas en contra del virus, las restricciones han comenzado a ser menos estrictas como por ejemplo dejar de lado las mascarillas.
Aunque siguen siendo el elemento más importante para evitar contagios, miles de europeos han optado por no portarlas específicamente en espacios abiertos que son concurridos por grandes grupos sociales.
La avanzada taza de vacunación en la población permite esta postura que es controlada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todo hace indicar que, a mayor índice de vacunados, las limitaciones podrían ser menos estrictas por la disminución considerable de los porcentajes de mortalidad. Tal es el caso de Dinamarca, que desde el primero de febrero eliminó todas las prohibiciones tras considerar que la variante ómicron no era “un peligro” para sus ciudadanos.
Desde el último miércoles no se obliga portarla producto del levantamiento de ciertas restricciones acatadas desde diciembre por la quinta ola. Pero se deberá tenerla puesta en espacios exteriores donde sea difícil mantener el metro de distancia.
Se pide a la población portar las mascarillas “en todos aquellos sitios donde la gente esté en contacto estrecho”, como en los colegios, en donde es obligatorio. Alemania tiene una particularidad y es que cada región puede ordenar sus medidas.
El 16 de febrero habrá una reunión entre el Gobierno federal y las autoridades regionales con el fin de coordinar nuevas medidas por la pandemia que fácilmente puede ser más flexibles.
El Consejo de Ministros informó que, desde el 11 de febrero, podrán dejar las mascarillas como se había impuesto semanas antes de la última Navidad. No obstante, su uso será obligatorio en espacios cerrados como cines, restaurantes, teatros, gimnasios y transporte público, lugares en los quese deberá usar las de tipo Ffp2.
La semana pasada en Inglaterra se informó que el uso de los barbijos es opcional en interiores y exteriores. Asimismo, se dejó la muestra de vacunación o test negativos para el ingreso a eventos masivos.
Se mantiene su uso en interiores como en espacios públicos donde exista mucha cercanía entre la gente. También en el transporte público, escuelas y universidades, cines y teatros, comercios y oficinas públicas.
El próximo martes el Consejo de Ministros anulará la obligación de usarlas en exteriores y se pondrá en práctica a partir del jueves 10 de febrero según lo dicho por la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Desde el pasado 24 de diciembre, se siguió la obligatoriedad de su uso al aire libre excepto si se practicaba algún tipo de deporte.
El caso de Austria es el mismo al de los países anteriores ya que aún se exige portarlas, específicamente las de tipo FFP-2, en el transporte urbano e interiores. Personas mayores 14 años deben cumplir la norma, mientras que los menores de ese rango etario pueden usar una quirúrgica al igual que las embarazadas.
Actualmente es exigida en lugares cerrados con acceso del público y de manera opcional al aire libre.
En la vía pública no es obligatorio usarla pero sí en espacios interiores y transporte urbano.
Continúa siendo exigida por las autoridades en la calle, pero ya no se pide mostrar un test negativo para viajes internacionales hacia el país.