El servicio postal de China ordenó a sus empleados desinfectar sistemáticamente los correos provenientes del extranjero, después de que las autoridades plantearan la hipótesis de que un correo proveniente de Canadá pudiera haber transportado la variante ómicron al país.
A menos de tres semanas de que comiencen los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, las autoridades temen que su política ‘cero COVID-19′ pueda ser socavada por una serie de brotes limitados que se han detectado en el país.
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China, el primer país donde fue detectado el nuevo coronavirus a finales de 2019, tiene bajo control los contagios, pero desde hace algunas semanas se enfrenta a algunos brotes esporádicos, pese a que el número de nuevos casos diarios raramente sube sobre los 200.
El fin de semana pasado, Pekín identificó el primer caso de la contagiosa variante ómicron en una persona que recibió una carta de Canadá sobre la cual había huellas del virus.
El último lunes, el servicio de correo publicó un reglamento que ordena a los empleados que desinfecten todos los paquetes llegados del extranjero y que requiere que los trabajadores que manejan estos envíos reciban una dosis de refuerzo de la vacuna anti-COVID-19.
Además, se hizo un llamado a los ciudadanos a reducir sus pedidos y compras de “países y regiones con alto riesgo de la COVID-19″, anunció el servicio chino de correos.
La COVID-19 se contagia mediante pequeñas partículas exhaladas por una persona infectada y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el riesgo de contagiarse por tocar superficies contaminadas es bajo y disminuye a medida que el virus queda expuesto.