Los servicios de inteligencia afganos informaron el domingo 3 de enero que incautaron unos 3.000 litros de alcohol de contrabando y los arrojaron a un canal de Kabul, en cumplimiento con la prohibición de la venta y consumo de alcohol por parte del Gobierno de los talibanes. La seguridad afgana afirmó que la incautación se hizo durante una redada en la capital afgana, en la que tres hombres fueron detenidos.
Asimismo, se compartió un vídeo mediante Twitter desde la Dirección General de Inteligencia (GDI), los servicios especiales del Emirato Islámico, que es como se autodenomina el Gobierno talibán. En el material aparecen varios uniformados vaciando barriles en un canal.
Además, en esta operación se detuvo a tres hombres. “Los musulmanes deben abstenerse de fabricar y suministrar alcohol”, dijo en el video una figura religiosa.
Anteriormente, la venta y el consumo de alcohol ya estaban prohibidos por el anterior gobierno afgano, respaldado por Occidente, pero ahora con los talibanes, que defienden una visión muy rigurosa del islam, se ha intensificado la represión desde que tomaron el poder a mediados de agosto.
Los controles de seguridad de los talibanes se han endurecido. Si bien tienen el objetivo de localizar posibles delincuentes, portadores de explosivos o armas, también buscan a quienes lleven drogas o alcohol.
Asimismo, el Gobierno conservador está aumentando la presión sobre la población y especialmente sobre las mujeres. Por ejemplo, el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio de los talibanes prohibió el pasado 25 de diciembre del 2022 a las mujeres viajar sin velo y sin acompañante hombre en caso de trayectos largos.