Un inusual suceso se dio en el municipio de Ariquemes, en el estado de Rondonia al oeste de Brasil, el martes 28 de diciembre de 2021. Una funeraria del sector descubrió que un bebé prematuro, que había sido declarado “nacido muerto” por los médicos, se encontraba vivo.
El director del centro se dio cuenta de que el corazón del pequeño continuaba latiendo mientras preparaba su cuerpo para el entierro, según dio a conocer el canal UOL.
La madre, una joven de 18 años, solicitó asistencia médica el pasado 27 de diciembre. Informativos de la zona reportan que ella desconocía de su embarazo y que fue al hospital dos veces después de sentir un dolor intenso.
Según sus familiares, los médicos la enviaron a casa en ambas ocasiones y tampoco se dieron cuenta de que estaba gestando.
Cuando la mujer regresó a su hogar, el dolor siguió en aumento y, de acuerdo a los informes, dio a luz al bebé sin ayuda médica, consignó Globo.
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La criatura nació tras cinco meses de gestación y con un kilo de peso. Fue llevado de emergencia al hospital y ahí los galenos declararon que nació muerto. El gerente de la funeraria, que no ha sido identificado, fue llamado al centro de salud para trasladar el cuerpo del bebé y prepararlo para el funeral.
El hombre de la funeraria recogió el cuerpo alrededor de las 3 a. m. Unas horas después, mientras realizaba los trámites para el entierro, se percató de que el bebé estaba suspirando y que su corazón latía. Rápidamente, llevó al pequeño al hospital y el recién nacido fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos neonatales para recibir tratamiento.
Según los informes, la familia y la funeraria han presentado una denuncia contra los responsables del hospital. “Estaba indignada porque no vi ese esfuerzo de ‘tratemos de salvar la vida de este niño de todos modos’”, señaló la abuela del menor. En tanto, un portavoz del Departamento de Salud del nosocomio dijo que el caso era “un milagro”.