El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló este viernes en su discurso anual con motivo del Año Nuevo que “vienen semanas difíciles” en la lucha contra la COVID-19 debido a que se registraron más de 230.000 casos positivos en todo el país en el último día.
“Vienen semanas difíciles”, dijo Macron, quien recordó que frente a la situación de la Nochevieja anterior, cuando había restricciones sociales y toque de queda, ahora la vacuna permite mirar al futuro con optimismo.
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“Soy optimista para el año que viene, pero no solo para 2022, también para los años siguientes”, señaló tras agradecer su esfuerzo al personal implicado en la batalla contra la pandemia y mostrar su deseo de ver en 2022 “el fin de la pandemia” y de este “día sin fin”.
En un discurso en el que adquirió tono de precampaña, con vistas a la elección presidencial que tendrá lugar en abril —para la que Macron no ha confirmado aún formalmente su candidatura—, el jefe del Estado defendió su mandato desde su llegada al Elíseo en 2017.
El mandato de Macron empezó como una apisonadora de reformas económicas, pero se vio en seguida frenado por las numerosas protestas sociales y el nacimiento del movimiento de los ‘chalecos amarillos’, dividido ahora, y cerrará marcado por dos años de gestión concentrados en la pandemia.
Francia contabilizó 232.000 casos en las últimas 24 horas, nuevo récord de contagios. A eso se suma una tasa de incidencia de 1.251 positivos por cada 100.000 habitantes, para lo que el Gobierno ha aprobado restricciones, principalmente la limitación de aforos y obligación de teletrabajo tres días a la semana.
El pico de esta quinta oleada, con la que ahora mismo hay más de 18.000 personas hospitalizadas, se espera a finales de enero o principios de agosto.
Con información de EFE.