Cargando...
Mundo

Putin se pone la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19

El mandatario ruso anunció su decisión y se mostró interesado en participar en los ensayos de la versión de Sputnik V en espray nasal.

larepublica.pe
El mandatario ruso se vacunó en febrero contra el coronavirus, pero solo reveló en junio que se había inoculado la vacuna Sputnik V. Foto: EFE

Este domingo 21 de noviembre, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se puso una tercera dosis de la vacuna rusa contra la COVID-19, la llamada de refuerzo, según informó el propio mandatario.

“Hoy, por recomendación suya, me puse la vacuna Sputnik Light, me revacuné”, señaló en una reunión con el vicedirector del Centro Gamaleya, desarrollador del preparado y de Spuntik V, Denís Logunov.

Putin señaló que se siente bien después de recibir el inmunizante monodosis (el primer componente de la Sputnik V).

El mandatario ruso se vacunó en febrero contra el coronavirus, pero solo reveló en junio que se había inoculado la vacuna Sputnik V, que está autorizada en 71 países hasta ahora y tiene una eficacia del 97,6%, aunque no está aprobada aún por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

El Fondo Ruso de Inversión Directa (FIDR), que comercializa los preparados rusos en el exterior, asegura que Sputnik Light tiene a su vez una eficacia del 96,3%.

Moscú promueve su uso como un “refuerzo universal eficaz” para las vacunas producidas por AstraZeneca, Sinopharm, Moderna y CanSino. Putin se mostró, además, interesado en participar en los ensayos de la versión de Sputnik V en espray nasal.

“¿Puedo participar en el experimento?”, preguntó el mandatario a Logunov, quien le respondió: “Ciertamente” y le pidió firmar el documento de consentimiento necesario.

“Lo firmaré definitivamente. Quizás incluso hoy”, afirmó Putin. Según los datos oficiales del viernes, en la nación que fue pionera a la hora de registrar su propia vacuna anti-COVID-19, 58 713 240 ciudadanos han recibido la pauta completa de vacunación, lo que sitúa la inmunidad colectiva solamente en el 50,2% del 80% al que aspiran las autoridades.