“¡Hay una roca en mi cama!”. La noche del domingo 3 de octubre, Ruth Hamilton sobrevivió al paso de un meteorito que atravesó el techo de su casa en la ciudad de Golden al suroeste de Canadá. La mujer se encontraba completamente dormida y solo una acción de su perro Toby pudo despertarla y alejarla de “la explosión” que produjo el choque del aerolito en su cama.
En la pequeña y apacible ciudad de Golden, hace un mes, sucedió un hecho que generó el asombro de locales, canadienses y de ciudadanos de distintas partes del mundo. Un meteorito interrumpió el sueño de una mujer que se ha convertido en vecina ilustre.
Alrededor de las 11.30 p. m. del mencionado día, habitantes de la localidad canadiense vieron una bola de fuego cruzar el cielo de Golden, sin pensar que acabaría en la almohada de una de las residentes del área.
Ruth estaba completamente dormida, solo los fuertes ladridos de su perro la obligaron a despertarse. Segundos después escucho una “explosión” cerca a su almohada, muy cerca de donde descansaba.
PUEDES VER: “¿Espejito, espejito, quién es la más valiente?”: niñas con cáncer cambian la pregunta del cuento
“Ladró dos veces como si dijera ‘¡Levántate!’. (...) Fue un ladrido fuerte. Mi familia cree que provocó que me diera la vuelta”, narra la mujer al medio The Dodo.
Hamilton pensó, al inicio, que un árbol había caído sobre su casa. Mientras hablaba con un operador del 911 se percató que había un gran objeto de color gris carbón entre sus dos almohadas floreadas.
“Dios mío, hay una roca en mi cama”, recuerda que le dijo al operador. Tiempo después se enteraría de que era un meteorito.
Ruth Hamilton con el meteorito que aterrizó en su casa. Foto: Ruth Hamilton
La roca pesa 1,27 kilos, pasó cerca de la cabeza de Hamilton dejándole “restos de yeso por toda la cara”, informa The New York Times.
Unos centímetros fueron importantes para que la mujer no sea afectada por el impacto. Por ello, medios animalistas han considerado al perro como “el héroe del año”, quien con sus ladridos obligó a que la mujer se moviera.
“Parece surrealista. (...) Mis nietas pueden decir que a su abuela casi la mata un meteorito en su propia cama”, agrega Hamilton. Los meteoritos se dirigen hacia la Tierra cada hora de cada día; sin embargo, las probabilidades de que aterrice en casa de alguien y golpee su cama son de una entre 100.000 millones, según el profesor Peter Brown, catedrático de Investigación de Canadá en la Western University de Ontario.