Después de varios días a la espera, el barco Geo Barents de la ONG Médicos sin Fronteras (MSF), con 367 migrantes a bordo, fue autorizado para desembarcar en el puerto de Palermo, ubicado en la isla de Sicilia.
Estos migrantes, de los cuales 172 son menores y 134 de ellos no están acompañados, fueron rescatados por la embarcación de Médicos Sin Fronteras, mientras naufragaban en el Mar Mediterráneo a bordo de barcazas de madera.
La ONG había pedido este martes 26 de octubre urgentemente un puerto para poder desembarcar, debido a que el llamado huracán mediterráneo con vientos de hasta 100 kilómetros por hora, estaba alcanzando la zona donde se encontraba la embarcación
“Imagina estar en un barco abarrotado sin chaleco salvavidas. Imagina estar rodeado de olas de hasta tres metros de altura mientras tu ropa está empapada e inhalas combustible. Imagina quedarte sin comida y agua a medida que pasa el tiempo, sin protección contra el sol, el viento y la lluvia. Imagina pedir ayuda y que nadie responda. Esta es la realidad que estamos presenciando en el mar”, explico en un comunicado Caroline Willemen, coordinadora de proyectos en MSF.
Al llegar a tierras italianas, el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, recibió a los migrantes en el puerto junto a un equipo de asistencia médica.
Los menores de edad fueron llevados a centros de acogida de la capital siciliana, mientras los adultos deberán permanecer en un barco hasta que pase el periodo de cuarentena establecido por el Gobierno.
Según cifras del ministerio del Interior de Italia, las llegadas se han duplicado este año con respecto al 2020, ya que desde que comenzó el año, en Italia han desembarcado 52.820 migrantes, mientras que el año anterior, 27.113.