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Lanzan alerta ambiental: por qué cientos de manatíes están muriendo en EE. UU.

Estados Unidos enfrenta una ola de muertes de manatíes sin precedentes. Especialistas, en un inicio, atribuyeron las muertes a las bajas temperaturas, muy pronto se dieron cuenta de que la razón parecía estar ligada a la actividad humana.

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Un manatí preferirá morir de hambre a morir de frío", dijo Jaclyn López, directora de Florida del Centro para la Diversidad Biológica. Foto: National Geographic

Un número récord de manatíes ha muerto durante el 2021 en Florida, al sureste de Estados Unidos. El deceso de estos animales marinos registrado en lo que va del año duplica ampliamente el total del año pasado, según un informe de mortalidad brindado por la Comisión de Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida (FWC, por sus siglas en inglés).

Son 984 muertes de manatíes, cariñosamente apodados ‘vacas marinas’ que suelen pesar entre 200 y 600 kilogramos. La mayoría de casos se dieron en aguas cercanas a la costa oriental de Florida.

En un inicio, miembros de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida atribuyeron las muertes a las bajas temperaturas, las cuales pudieron causar niveles elevados de angustia al no estar acostumbrados. Muy pronto se dieron cuenta de que la razón parecía estar ligada a la actividad humana.

¿Por qué se están muriendo?

Según el equipo de médicos veterinarios liderados por el laboratorio de la conservacionista Martine de Wit de San Petersburgo, estos mamíferos acuáticos son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura. Más aún si se trata de descensos considerables. Por este motivo, migran a aguas más cálidas, como las que se encuentran en la costa atlántica de Florida.

Es en el estado norteamericano mencionado es en donde se han producido la mayor parte de las muertes, a pesar de ser menos profundas y adecuarse mejor a la calidez que estos animales necesitan. Hasta el momento, las labores de conservación se han enfocado en sanar a los ejemplares sobrevivientes que siguen enfermos.

Hambrientos y demacrados, según señala Martine de Wit, podría ser que esta disminución considerable en la población de manatíes esté relacionada con la pérdida de sus fuentes de comida. Este fenómeno, a su vez, se decanta de la contaminación considerable del agua de las lagunas del país norteamericano.

Con aguas contaminadas, los nutrientes residuales o las escorrentías que contienen fertilizantes, productos químicos tóxicos o microplásticos se filtran en el hábitat marino del manatí, ya sea de agua dulce o salada, y pueden alterar el equilibrio del agua, con lo que provocaría la formación de floraciones de algas nocivas.

Las floraciones de algas cubren la superficie del agua y dan sombra a las hierbas marinas que dependen del sol para sobrevivir, matándolas.

“Las hierbas marinas que sobreviven a las malévolas floraciones son sobreexplotadas por los manatíes, cuyas fuentes de alimento se han reducido, por lo que las plantas no pueden volver a crecer con la suficiente rapidez para seguirlos alimentando”, explicó a CNN Michael Walsh, profesor clínico asociado de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida, especializado en la salud de los animales acuáticos.

A medida que mueren las hierbas marinas, los manatíes empiezan a comer menos o comen otras plantas que no les proporcionan la nutrición necesaria y empiezan a perder peso. Con el tiempo, esto conduce a la desnutrición y, finalmente, a la inanición”, agregó Walsh.