Tres candidatos presidenciales chilenos de oposición se comprometieron este viernes 15 de octubre a reformar el sistema de pensiones manejado por compañías privadas y repudiado por la enorme mayoría de los ciudadanos por pagar jubilaciones muy bajas.
El sistema de las pensiones acaparó buena parte de un debate organizado por la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), con participación de seis de los siete candidatos, quienes cruzaron acusaciones e hicieron propuestas en diversos temas sensibles, entre ellos la migración.
“Me comprometo a terminar las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones)”, dijo el candidato izquierdista Gabriel Boric, favorito en los sondeos para las elecciones del 21 de noviembre, sobre empresas privadas que desde hace cuatro décadas manejan los fondos individuales de jubilación de los trabajadores chilenos.
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En tanto, la candidata de centroizquierda Yasna Provoste, única mujer en la contienda, también prometió reformar las pensiones debido al “fracaso de las AFP”, lo mismo que el progresista Marco Enríquez-Ominami.
La propuesta de cambiar el sistema jubilatorio fue rechazada por el abanderado de la derecha oficialista, Sebastián Sichel. “Yo no quiero que mi plata (fondo de pensión) lo administre un ente fiscal”, dijo en sintonía con su rechazo a una mayor presencia del Estado en asuntos sociales, como educación y salud, en un modelo de economía ultraliberal.
El candidato de ultraderecha José Antonio Kast propuso hacer algunas reformas al sistema y sugirió mejorar las condiciones de jubilación de los militares, y afirmó que estos “trabajan más” que los civiles.
La propuesta de Kast es polémica, pues las Fuerzas Armadas poseen un sistema de pensiones especial manejado por el Estado, que concede pensiones muy superiores a las del resto de los chilenos.
A casi cinco semanas de los comicios, en los que también será renovado el Congreso, Kast ocupa el segundo lugar en las encuestas, tras desplazar a Sichel, cuya campaña se ha visto afectada por revelaciones de cuestionados aportes de empresarios.
También le afectan los problemas internos en la alianza oficialista, en la fase final del periodo del presidente Sebastián Piñera, marcado por el estallido social de octubre de 2019 contra las desigualdades sociales. La desaprobación del mandatario saliente alcanza al 68%, según la última encuesta CEP.
La indignación por las bajas jubilaciones fue una de las causas del violento estallido social del 18 de octubre de 2019, movilización que ha sido canalizada en un proceso constituyente.
En Chile existe un clamor por cambiar el sistema de pensiones (lo anhela el 94% de los chilenos, según una encuesta Cadem de diciembre de 2019), pero por ahora no hay una propuesta concreta de modelo que lo sustituya.
Las administradoras son blanco de críticas por entregar montos de jubilación incluso más bajos que el salario mínimo, cobrar altas comisiones y servir de base para el financiamiento de los principales grupos económicos del país.
Desde septiembre de 2020 y en plena pandemia, el Congreso aprobó tres retiros de 10% cada uno de los fondos acumulados en cuentas individuales en las AFP.
Con estos retiros, ya suman cinco millones de personas, de 11 millones de afiliados, que se quedaron sin fondos de jubilación en estas administradoras instauradas bajo la dictadura de Pinochet.