La decisión de un centro médico de Medellín de negarle la eutanasia el domingo 10 de octubre a Martha Sepúlveda, una mujer con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), ha conmovido al público en Colombia, donde se ha formado un debate en diversos ámbitos.
Una de las voces críticas es la de su médico tratante, Luis Alfredo Villa, quien conversó este lunes 11 de octubre en el programa Mañanas BLU, que transmite la emisora local BLU Radio, para aclarar que es prácticamente imposible de que haya una mejoría.
El Instituto Colombiano del Dolor (Incodol), encargado del procedimiento, señaló en un comunicado que decidió cancelar el procedimiento al “contar con un concepto actualizado del estado de salud y evolución de la paciente” con el que “se define que no se cumple con el criterio de terminalidad como se había considerado”.
Villa aceptó que la enfermedad no ha avanzado “al ritmo que está descrito”, pero no admitió que haya habido progreso. “No estoy de acuerdo con Indocol en que digan que la paciente ha mejorado, no es posible. Esta enfermedad tiene un proceso de deterioro siempre”, contestó.
El neurólogo contó que en 2019, Sepúlveda pasó “todos los criterios clínicos” y “cumplía con todos los rasgos clínicos y paraclínicos de la enfermedad”.
“Desde 2019 para acá, lo que describe la ciencia es que con esclerosis lateral amiotrofia, al cabo de años, el deterioro es muy notorio y los pacientes ya tienen un daño en los movimientos y en la respiración”, añadió Villa.
Colombia fue el primer país de Latinoamérica en despenalizar la eutanasia, y uno de los pocos del mundo donde es legal, después de que el Constitucional consagrara en 1997 la muerte digna como un derecho fundamental en caso de enfermedad terminal, cuando el paciente sufriera de mucho dolor, lo solicitara de forma voluntaria y lo realizara un médico.
Además, en julio la Corte Constitucional optó por un fallo que modifica el “homicidio por piedad” del Código Penal, que antes contemplaba penas de hasta 54 meses de prisión. Anuló ese primer requisito de que la persona que lo solicite padezca una enfermedad terminal, y lo hace motivado por las barreras que aún persisten en el país para ejercer este derecho.
El caso de Sepúlveda se conoció el mes pasado cuando, en un reportaje de Noticias Caracol, contó que iba a morir el domingo 10 de octubre a los 51 años de edad. Iba a ser la primera persona sin una enfermedad terminal en obtener la eutanasia en Colombia.
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“Martha todavía conserva realmente algunos rasgos que denotan que la enfermedad no ha progresado al ritmo que siempre está descrito, se ha demorado un poco más, pero de todas formas uno ve que la enfermedad ya está empezando a aparecer en estos factores de movimiento”, insistió Villa.
Desde que fue diagnosticada, la mujer empezó a perder fuerza en las piernas y cada vez se le hizo más difícil caminar distancias largas, lo que empeoró su calidad de vida. No obstante, ha recibido reparos, como el de la Conferencia Episcopal de Colombia, que la invitó a “reflexionar serenamente sobre su decisión”.
“Cuando los médicos decimos que un paciente va a durar tanto, nos aventuramos a ser Dios (…). Yo entiendo la decisión de ella, Martha se está basando en los criterios de la ciencia, pero es difícil predecir cuántos meses de vida le quedan”, declaró el doctor.
Con información de EFE