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Jeanine Áñez: EE. UU. y Unión Europea expresan preocupación por la salud de la exmandataria

La expresidenta interina de Bolivia se autolesionó este sábado por la madrugada en la prisión donde cumple condena por presunta sedición.

larepublica.pe
Desde abril, su familia y allegados han informado de los problemas de salud de Áñez en prisión y exigen una atención integral. Foto: EFE

Las embajadas de Estados Unidos y la Unión Europea en Bolivia expresaron su preocupación por el estado físico y psicológico de la exmandataria interina de dicho país Jeanine Áñez, luego de que intentara quitarse la vida en la cárcel donde está detenida. Ambos organismos diplomáticos instaron al Gobierno boliviano a garantizar su derecho a la salud.

“Nos preocupan los informes sobre el bienestar psicológico de Jeanine Añez. Alentamos al Gobierno de Bolivia a garantizar que reciba la atención adecuada”, escribió a través de Twitter la delegación diplomática estadounidense.

A este llamado de atención médica por la salud de Añez, se sumó el de la Unión Europea, quien se pronunció a favor de que se le garantice su derecho a la salud de manera integral.

“La UE en Bolivia escucha con preocupación las noticias sobre la expresidenta Jeanine Áñez. Esperamos que las autoridades responsables hagan todo para garantizar su derecho a la salud integral, tanto física como mental”, escribieron en su cuenta de Twitter.

En la madrugada del sábado 21 de agosto, la exmandataria se causó lesiones en uno de los brazos en un intento de dañar su integridad física. Sumado a esta autolesión reciente, Añez sufre hipertensión arterial y, según su entorno consultado por el diario local El Deber, tiene problemas serios de salud.

Desde abril, su familia y autoridades allegadas han informado de sus problemas de salud, y solicitaban análisis complementarios de laboratorio de médicos particulares.

Añez, quien se autodenomina como “presa política” y es acusada por el oficialismo de golpista”, lleva prisión preventiva desde el 15 de marzo tras ser acusada de delitos de sedición, terrorismo y conspiración.

A estas denuncias se han sumado otras por actos inconstitucionales durante su mandato. El Gobierno boliviano investiga la recepción de armas, munición de guerra y gases lacrimógenos bajo su gestión, procedentes de Ecuador, y si estos se usaron en los conflictos sociales del 2019.