Este viernes 20 de agosto, el Gobierno de Israel extendió la administración de una dosis contra la COVID-19 de refuerzo a los mayores de 40 años, a poco más de una semana de haber aprobado la aplicación de una tercera inyección a quienes superen 50 años.
Uno de los beneficiados de esta disposición del gabinete de coronavirus fue el primer ministro israelí, Naftali Benet, quien instó a la ciudadanía habilitada a recibir la dosis adicional.
“Llamo a todos los que cumplen con los requisitos que ha determinado el comité a vacunarse y asumir la responsabilidad por la salud y el sustento de todos nosotros. Este no es el momento de jugarse la vida”, indicó el primer ministro.
A la fecha, más de 1,2 millones de personas percibieron la dosis de refuerzo en Israel, que atraviesa por una cuarta ola de contagios debido a la variante Delta, mutación del SARS-CoV-2 que ha sido detectada en individuos con la pauta completa de vacunación.
Las infecciones diarias volvieron a superar los 8.000 casos, cifras que la nación asiática no reportaba desde febrero del presente año. Ante ello, las autoridades sanitarias reintrodujeron medidas que habían levantado al superar el 60% de la población completamente inmunizada frente a la COVID-19, como el certificado de vacunación para ingresar a determinados espacios y la limitación de personas reunidas.
El Gobierno de Israel anunció el jueves 19 de agosto que levanta las restricciones sobre la donación de sangre impuestas específicamente a los hombres homosexuales. De esta manera, sigue los pasos de varios países occidentales, entre ellos Reino Unido y Francia.
A partir del 1 de octubre, solamente las personas que “tengan relaciones sexuales de alto riesgo con un nuevo o varios compañeros” en los tres meses precedentes tendrán prohibida la donación de sangre, sin distinción de orientación sexual, indicó el ministerio de Salud en un comunicado.