El Salvador, en mira de Estados Unidos (EE. UU.) por señalamientos de corrupción a colaboradores del presidente Nayib Bukele, estrechó el martes 18 de mayo sus lazos con China, con la ratificación de un millonario acuerdo de cooperación.
El Parlamento salvadoreño, dominado por el oficialismo, dio luz verde a un convenio no reembolsable por 500 millones de dólares con China, fruto de una gira que realizó Bukele por el gigante asiático en 2019. El dinero servirá para construir un estadio, un muelle, una planta potabilizadora de agua, entre otras obras.
El acercamiento a China ocurre en momentos en que el Departamento de Estado de EE. UU. incluyó en una lista de “funcionarios corruptos” a personajes cercanos a Bukele: su jefa de gabinete, Carolina Recinos, el exministro de Seguridad Rogelio Rivas y el legislador Guillermo Gallegos, líder del partido GANA, que llevó al presidente al poder en 2019.
Además, están dos destacados miembros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que gobernó El Salvador hasta 2019.
Desde Centroamérica Nayib Bukele emerge como una figura fulgurante de la política regional. Infografía: AFP
La embajada de China en El Salvador se mostró “complacida” por la ratificación y apuntó que “la cooperación amistosa chino-salvadoreña basada en el respeto mutuo y ganancia compartida, sin condiciones políticas, ha beneficiado y beneficiará a los dos países y pueblos”.
“500 millones de dólares en inversión pública no reembolsable y sin condiciones”, escribió Bukele en Twitter. “Señor presidente, nada de China viene sin condiciones”, le respondió vía Twitter la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, Julie Chung.
“Ustedes son el mayor socio comercial de China”, retrucó luego el gobernante. “¿Ya vieron que el tema no es la ‘corrupción’ verdad?”, preguntó luego a sus seguidores en la red social.
En 2019, poco antes de asumir el poder, Bukele criticó a China por “no respetar” las reglas de comercio, hacer “proyectos que no son viables” y dejar a los países “con enormes préstamos que no se pueden pagar”.
No es la primera vez que Bukele toca temas geopolíticos en redes sociales. Foto: captura de Twitter
El lunes, agradeció al presidente chino, Xi Jinping, por priorizar a El Salvador en la venta de vacunas contra la COVID-19.
Apenas instalado el 1 de mayo el nuevo parlamento, dominado por el oficialismo, destituyó a un grupo de magistrados y al fiscal general, lo que provocó una condena internacional y de sectores de la oposición, que denunciaron un atropello a la separación de poderes. En contraparte, China pidió respeto a las decisiones salvadoreñas.
El Salvador, con la convalidación, se comprometió a “levantar los límites de registros migratorios al personal chino del proyecto, así como a sus cónyuges y parentescos lineales”.
Además, los salarios de los trabajadores chinos estarán exentos de impuestos y los tratamientos médicos que necesiten se realizarán “conforme a las leyes salvadoreñas”.
Los materiales importados por China también estarán exentos de impuestos. El Salvador se encargará de la recepción, tránsito interno y almacenaje de los equipos.
Con información de AFP y EFE